| Título: |
BLACK COAL |
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Tit. Orig.: |
BAI RI YAN HUO | |
| Nacionalidad: | CHINA, HONG KONG, 2014 | |
| Dirección: | DIAO YINAN |  |
| Guión: |
DIAO YINAN |
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| Fotografía: |
JINSONG DONG |
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| Música |
WEN ZI |
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| Interpretes: |
LIAO FAN, GWEN LUN MEI, WANG XUEBING, WANG JINGCHUN, YU AILEI |
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| Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
| Duración: |
106 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El género negro se suele dar en casi todas las cinematografías ya que la delincuencia existe en todos los países, aunque unas lo suelen utilizar más que otras en sus producciones, siendo el cine americano la que mejor lo ha hecho hasta ahora, el cine francés también lo hace bien, aunque en España últimamente ha habido varios títulos interesantes en este sentido.
El que nos llega ahora es una película china, en coproducción con Hong Kong, cinematografía la primera que no es muy habitual por estos pagos y menos con productos de este género, que en este caso se desarrolla en una ciudad industrial que se caracteriza por su hermetismo y silencio en una Manchuria desolada por el paso del comunismo al capitalismo, haciendo de ello un retrato insólito.
El género suele ser más frecuente en el cine de Hong Kong o de Corea del Sur como cinematografías más habituales.
Un sombrío thriller tan negro como el carbón al que hace referencia su título inglés, que cuenta la obsesión del inspector Zhang Zili, un policía ahora retirado, por un asesinato que nunca llegó a resolver.
Pasado el tiempo regresa al caso, esta vez por su cuenta puesto que ya había abandonado el cuerpo, y ahora trabaja como guardia de seguridad en una empresa, cuando el asesino vuelve a actuar cinco años más tarde, cometiendo dos nuevos crímenes, esta vez relacionados con la esposa de la primera víctima.
Un film policiaco, de suspense e intriga, que discurre entre brutales asesinatos y personajes en apariencia normales.
La alambicada historia parte con el encuentro de los fragmentos de un cadáver que ha sido troceado y distribuido por varios lugares de la región.
La realización está llevada a cabo por el cineasta chino, Diao Yinan, bastante desconocido, del que nada de su filmografía se ha visto en España, salvo 'La ducha' (1999), de la que se limitó a escribir el guion.
Este es el tercer largometraje de su filmografía en once años, un thriller oscuro y desgarrado, con un antihéroe abandonado al alcohol tras dejar su carrera como policía.
Fue el ganador, contra todo pronóstico, del Oso de oro a la mejor cinta y el Oso de Plata al mejor actor para Liao Fan en el Festival de cine de Berlín 2014.
Él está bien pero su compañera Gwei Lun-Mei resulta reservada, poco expresiva, encerrada en sí misma, sin apenas un gesto.
Posteriormente también pasó por el Festival de cine de San Sebastián, en la sección Perlas de otros festivales.
La película, que se desarrolla en una ciudad de tipo medio del norte de China, capta bien las atmósferas de una trama coja a la que le falta un poco de solidez, que intenta sorprender en todo momento sin lograrlo, sin apenas escenas de acción que emocionen y enganchen al espectador, olvidándose de la espectacularidad.
La dirección marca bien la desolación, la soledad, el agobiante clima bajo la nieve, adaptando el thriller a la actualidad china, en donde están ocurriendo algunos extraños crímenes, que sirven de base inspiradora a los cineastas de aquel país para construir sus argumentos extraídos de la cruda realidad, pero dándole un personal estilo en este caso, con una correcta narrativa, a la que pocas pegas se le pueden poner salvo su ritmo pausado.
No obstante en algunos momentos hay como dos soluciones al caso, según la propia confesión de la protagonista, lo que nos deja un poco perplejos, tal vez fruto de haber reducido su metraje original en casi media hora.
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