Título: |
MUCHO MÁS QUE MIEL | |
Tit. Orig.: |
MORE THAN HONEY | |
Nacionalidad: |
ALEMANIA, AUSTRIA, SUIZA, 2012 | |
Dirección: |
MARKUS IMHOOF | |
Guión: |
MARKUS IMHOOF, KERSTIN HOPPENHAUS |
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Fotografía: |
ATTILA BOA, JÖRG JESHEL |
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Música |
PETER SCHERER |
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Interpretes: |
Documental |
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Censura: |
AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: |
91 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Este es un documental sobre por qué mueren las abejas algo que está alarmando a la población mundial y para ello recorre buena parte del planeta ya que va desde California hasta Australia, pasando por Suiza o China entre otros lugares, para hacer una mirada al microcosmos de las colonias de miles de abejas, su comportamiento y cómo cada uno de sus miembros tiene una misión determinada que cumplir, que hacen a la perfección y algunos hasta dando la vida, cumpliendo un papel fundamental en el equilibrio ecológico del planeta.
Una abeja no sobrevive sin una colmena, ellas renuncian a su libertad en beneficio de la comunidad. Tan sólo viven durante tres o cuatro semanas y en ese tiempo son capaces de producir la cantidad de miel equivalente a una cucharadita, pero durante ese tiempo con el número de kilómetros que hacen volando en busca de polen para producir la miel darían tres veces la vuelta al mundo.
La película muestra la relación entre el hombre y las abejas y cómo si éstas dejaran de existir algún día cuatro años después se extinguiría la humanidad, según Albert Einstein, ya que la fecundación de las plantas depende de ellas y en parte también del viento, y de no ser así no habría vegetación, la cadena alimenticia se rompería y una tercera parte de lo que comemos no existiría.
Ellas cuando acaban de inseminar un tipo de flor se van a otra.
En el documental conocemos que existen varias razas de abejas y hay apicultores emigrantes que llevan las colmenas de un lugar a otro en grandes traylers allí donde acaece la floración del almendro, del manzano, del albaricoque, de las cerezas o de cualquier otra fruta, pero los trayectos han de ser cortos o rápidos, a veces de miles de kilómetros, y hay que parar puesto que de lo contrario las abejas se estresan.
Su cuidado es necesario ya que hay parásitos que son muy perjudiciales, algunos hacen que pierdan las alas y otros llegan hasta el punto de ocasionarles la muerte. Para ello hay que curarlas con medicamentos disueltos en agua que se pulveriza sobre ellas. Las abejas tienen hasta sesenta mil sensores de aromas en todo su cuerpo.
Estas son algunas de las cosas que se pueden aprender con esta cinta sumamente interesante, no sólo para cualquier apicultor, sino para el público en general, tan curiosa como muchos de los documentales que se pasan a diario en la televisión.
Markus Imhoof, cineasta veterano (70 años) y nieto de apicultores, dirige este valioso documental en el que se analiza la labor de los apicultores y agricultores con respecto a las abejas que forman una inteligente sociedad animal perfecta.
En esta hermosa y mágica película se entrevista a apicultores pero también a científicos que se ocupan del estudio de las abejas, de su cuidado en cuanto a las enfermedades y de su tratamiento, pero cuando resulta más interesante es cuando se cuentan las curiosidad sobre ellas, como las que hemos expuesto más arriba. Por ejemplo cómo cuidan a la reina y cómo la defienden cuando hay más de una algo que vemos con las mini cámaras metidas en las colmenas.
Pasó por los festivales de Berlín y Locarno.