Título: |
EL MAESTRO DEL AGUA | |
Tit. Orig.: |
THE WATER DIVINER | |
Nacionalidad: |
AUSTRALIA, TURQUÍA, EE.UU., 2015 | |
Dirección: |
RUSSELL CROWE | |
Guión: |
ANDREW KNIGHT, ANDREW ANASTASIOS |
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Fotografía: |
ANDREW LESNIE |
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Música |
DAVID HIRSCHFELDER |
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Interpretes: |
RUSSELL CROWE, OLGA KURYLENKO, YILMAZ ERDOGAN, JAI COURTNEY, ISABEL LUCAS, DENIZ AKDENIZ, DAN WYLLIE, MICHAEL DORMAN, CEM YILMAZ |
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Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: |
111 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Cada vez son más los actores que deciden pasarse a la dirección tal vez por probar nuevas experiencias o porque el cuerpo le pide contar las propias aprendidas de otros cuando ellos actúan.
Ahora le ha tocado el turno a Russell Crowe que se pasa al club y lo hace con un relato que se desarrolla en Australia, y no se conforma con debutar con una producción modesta, sino a lo grande, con un drama histórico de enormes dimensiones.
Es la historia de Joshua Connor, un granjero australiano, con dotes de zahorí, que tras la muerte de su esposa, viaja a Estambul para descubrir qué ha pasado con sus tres hijos, cuatro años después de que desaparecieran en la batalla de Gallípoli, en 1915, durante la Primera Guerra Mundial, que ocasionó la muerte de más de cien mil soldados de los contendientes en el conflicto, ingleses, australianos y franceses contra turcos y alemanes.
Connor únicamente tiene el diario de uno de ellos y el afán de recuperar a sus hijos.
Russell está detrás de la cámara y también lo hace delante asumiendo el papel principal compartiendo protagonismo con Olga Kurylenko, actriz que interpreta a Ayshe, una viuda turca con un hijo pequeño, que es la propietaria del hotel donde se hospeda, con la que entabla una relación, que hubiera sido fácil prescindir de ella, aunque no molesta en absoluto.
La película está contada de forma lineal pero con algunos flash backs que reflejan los momentos bélicos con gran crudeza en la lucha, a veces cuerpo a cuerpo, de forma sangrienta, pero también la heroicidad de un padre por saber qué ha sido de sus hijos.
El ambicioso film, que mezcla melodrama, diferentes culturas y cine bélico, pretende cambiar la opinión acerca de un episodio tan vergonzoso de la historia mundial al tiempo que habla de comprensión y compasión, de que el dolor es universal y que une a las personas.
Connor llega a comprender el punto de vista no sólo de los australianos sino también de los turcos de los que recibe ayuda a través del comandante Hassan que luchó en Gallípoli.
La cinta no toma partido en una guerra en la que no hay ganadores, pero sí víctimas y perdedores.
La base del guion es un poco descabellada, con una historia increíble, pero se basa en una carta que contaba un hecho real similar en el que se inspiraron los guionistas.
El oscarizado Andrew Lesnie saca buen partido a través de la fotografía de los maravillosos paisajes, de la ambientación, de las secuencias bélicas y de la mezquita azul, adornados con una inspirada partitura musical.
El novato director obtiene un ritmo irregular, pero con bastante firmeza y academicismo en la puesta en imagen para que se vea de forma fácil este drama sobre el dolor, la pérdida y el perdón con unas dosis de amor y redención.
Obtuvo tres premios del Instituto del film australiano: Mejor película, mejor actor Yilmaz Erdogan, mejor vestuario.