Título: |
MATAR EL TIEMPO |
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Tit. Orig.: |
MATAR EL TIEMPO | |
Nacionalidad: | ESPAÑA., 2015 | |
Dirección: | ANTONIO HERNÁNDEZ | |
Guión: |
ANTONIO HERNÁNDEZ |
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Fotografía: |
JAVIER SALMONES |
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Música |
ANTONIO GALEANO |
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Interpretes: |
BEN TEMPLE, ESTHER MÉNDEZ, YON GONZÁLEZ, AITOR LUNA, FRANK FEY, LUISA MARTÍN, SERGIO CABALLERO, ALFONSO TORREGROSA, ALEJANDRO JORNET, SUSANA MERINO |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: |
112 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Comentábamos en otra crítica de esta semana que el cine español nos ha ofrecido últimamente un cine de acción bastante eficaz que ha dado unos buenos resultados tanto a nivel artístico como en la taquilla.
En esta ocasión tenemos el pase del director salmantino Antonio Hernández a este género aunque en este caso más orientado al suspense en el que para ello utiliza los medios electrónicos al alcance en estos momentos, como internet y el sistema de comunicación a través de webcam con esta historia, la de Robert H. Walton, un broker americano que trabaja en una ciudad española auditando un banco para una compañía de Nueva York que negocia fusiones en nuestro país.
La lejanía de su hogar le hace depender de una webcam para estar con los suyos en su tiempo libre.
Por internet, para matar el tiempo, conoce a Sara, una guapa mujer en la que encontrará algo que ya había olvidado, pero cuando está concertando una cita con ella dos tipos, Diego y Boris, dos extorsionadores, irrumpen en su apartamento y reclaman a Sara la entrega de su hijo como pago por tratos anteriores con unos mafiosos. Robert lo ve a través de la webcam y debe decidir si arriesga su vida o condena a Sara.
Su director, Antonio Hernández, juega con las nuevas tecnologías a la hora de escribir el guion y busca la implicación del espectador para hablar de cómo los avances en comunicación nos han convertido a todos en espías.
La trama hace un uso constante del ordenador para transmitir lo que va sucediendo lo que en este sentido lo hace un tanto original, pero por otra parte abusa de un emplazamiento de cámara constante debido a ello y al mismo tiempo obliga a un escenario casi único, el salón de Sara y la habitación del hotel, lo que en cierto modo se podría representar en un escenario teatral.
En este aspecto la puesta en escena es algo discutible, con algunos puntos de vista injustificables, incomprensibles cuando se salta la norma del ordenador y los hechos suceden en otra habitación, lo que únicamente ocurre en un par de veces.
En el trabajo interpretativo están bien la debutante Esther Méndez y Ben Temple, éste un tanto apocado para ser un héroe en potencia, con cierta química entre ambos, mientras que los secundarios son un tanto verbeneros, muy de sainete, con algún toque simpático, al ser unos quinquis madrileños de barrio con su lenguaje muy particular que interpretan los dos hermanos Aitor Luna y Yon González, (también en la vida real), dando vida a los dos malhechores.
El final está un tanto forzado por lo que puede resultar algo increíble, ya que todo sale bien con un poco de fortuna.
En el guion se toca el tema de la extorsión, el chantaje, el secuestro, la venta de bebés, el tráfico de órganos, pero también lo mucho que actualmente la sociedad depende de la red tanto para trabajar, resolviendo negocios, como para pasar el rato en juegos, chateando con amistades o la familia, a través de la webcam o Skype.
A la dirección le hubiera venido mejor darle más ritmo, aunque no obstante mantiene bien el interés del espectador.
Pasó por el Festival de cine español de Málaga 2015.