Ernst Lubitsch nació en Berlín un 28 de enero de 1892. Era judío alemán de origen ruso. Vivió solo cincuenta y cinco años, pero está considerado como una de las grandes figuras de la historia del cine.
El famoso “toque Lubitsch” no hizo más que mostrar su carácter irrepetible con el paso del tiempo. Hijo del propietario de una próspera sastrería berlinesa, en 1911 ingresó en el Teatro Alemán de Max Reinhart (1873-1943). En 1913 debutó como actor en el cine, creó el popular personaje del judío Meyer y un año después escribió, interpretó y dirigió su primera película de un rollo.
En 1923 emigró a Estados Unidos en compañía de su actriz favorita, Pola Negri (1897), afincándose en Hollywood.
Tanto en el periodo mudo como en el hablado sus películas tuvieron siempre un ritmo interno esencialmente musical.
Maestro de la comedia, su humor y su ironía resultaron devastadores. En 1933 adquirió la nacionalidad norteamericana y recibió el Oscar especial por “su contribución al arte del cine”. Fue, además, nominado al Oscar correspondiente al mejor director en 1928/29 por 'El patriota', en 1929/30 por 'El desfile del amor' y en 1943 por 'El diablo dijo no'.