Ficha técnica
Título: | LAS OLAS | |
Tit. Orig.: |
LAS OLAS | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2010 | |
Dirección: | ALBERTO MORAIS | |
Guión: | ALBERTO MORAIS, DANIEL MARTIN, IGNACIO GUTIÉRREZ-SOLANA | |
Fotografía: | JOAN BENET | |
Música | ADOLFO HARO | |
Interpretes: |
CARLOS ÁLVAREZ-NÓVOA, LAIA MARULL, ARMANDO AGUIRRE, SERGIO CABALLERO, MARTHE VILLALONGA, IBRAHIM MARDISI |
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Censura: | ||
Duración: | 95 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Tras triunfar en el 33 Festival de Cine de Moscú 2011 donde consiguió el Jorge de oro a la mejor película, galardón que también obtuvo su protagonista masculino Carlos Álvarez-Novoa, así como el Premio de la Fipresci, "Las olas" se presenta en la sección oficial a concurso del Sevilla Festival de Cine Europeo.
Miguel, después de fallecer su esposa a la que acaba de enterrar en Valencia, su hijo quiere que se vaya con él a Zaragoza, pero se niega. Poco después emprende un viaje en su viejo coche hacia a Argelès sur mer, Francia, donde perdió muchas cosas ya irrecuperables, como Elena, una joven de la que estuvo enamorado, también fallecida. Por el camino va recordando algunos momentos bélicos del pasado arrinconados en su memoria con los que busca una cierta reconciliación personal. Su coche se avería y es recogido por Blanca y su pareja y ella le acerca hasta Barcelona. Al despedirse algo ha cambiado en ambos tras esa breve relación.
El film, segundo en la filmografía de Alberto Morais, que debutó con el largometraje "Un lugar en el cine" (2008), es una especie de road movie con recuerdos del pasado, que pretende volver la vista atrás y mostrar algunas vivencias que la juventud actual no ha tenido ocasión de conocer, como la guerra y el franquismo.
Eso lo hace a través de este anciano que de vez en cuando en su camino hace un alto allí donde vivió algo de un pasado marcado por una huida, la pérdida de una mujer y también la esperanza de volver a encontrarla, cosa ya imposible.
La cinta está llevada de forma lenta, como corresponde al caminar del protagonista, en el que aparentemente no ocurre nada a la vista del espectador, aunque Miguel tenga sus vivencias internas, que por cierto, nos parece no están son bien encajadas.
Por otra parte la planificación es algo monótona, casi siempre a cámara fija donde a veces salen los protagonista de campo y se queda vacío el plano, prolongado innecesariamente; algunos movimientos de cámara le darían algo de más dinamismo.
Estupenda la sobriedad de Carlos Álvarez-Novoa, al parecer impuesta por el director, y muy ajustada también Laia Marull.
El resultado no acaba de satisfacer en su conjunto dando la sensación de vacío, de no haber sabido calar en el espectador todo lo que se quería decir, que da mucho, posiblemente por una fría puesta en escena a la que le falta emotividad y calor a la hora de transmitir el mensaje, valga la palabra a pesar de lo gastada y tópica.