Sin embargo, desde el punto de vista de la directora, el mensaje de la película es positivo porque la protagonista acaba dándose cuenta “de que tiene que encontrar la fuerza en sí misma, no fuera”. Básicamente, esta joven cuyo nombre es lo único que le queda de su madre, siente que “todo el mundo que le rodea tiene lo que ella a le falta”, su mejor amiga está embarazada y la familia de su novio es “una familia donde hay una unión y unos lazos familiares muy fuertes”.
Por tanto, al igual que ‘Bluebird’ y ‘La hermana de Katia’, la cinta habla del mecanismo de defensa que la directora encuentra en todas las mujeres y, aunque los personajes de las tres sean completamente distintos, todas ellas reflejan “cómo se vive cuando se actúa con amor y qué ocurre cuando se cierra el corazón al exterior”, ha definido la directora.
Así, el mensaje principal de la película para De Jong, que muestra siempre un enorme interés por los asuntos sociales, es “la necesidad de comunicarnos en la vida y qué ocurre si no se tiene esta comunicación”.
Para reflejar todo este aislamiento de la actriz principal, la directora holandesa hace uso de un color saturado, con el que ha querido realzar “la fortaleza de Joy, hacer más viva y darle más realismo”.
En este sentido, la directora artística Jolein Eline Laarman Adt, ha explicado que se han buscado localizaciones que potencian esta soledad y aunque en el guión Joy “vivía en un ático mucho más bonito se prefirió elegir un edificio de oficinas”. Asimismo, la directora artística ha contado que visitaron muchos orfanatos y centros de acogida reales para captar la realidad del personaje.
Por último, Mijke de Jong ha confesado que está “encantada” de regresar al Festival que ha calificado de “festival feliz, donde hay gente fuerte y donde quiero seguir viniendo un año y el otro y el otro”, ha puntualizado.