“No deja de sorprenderme la enorme cantidad de páginas Web de contenidos extremos que hay en Internet. Páginas que cuentan con millones de visitas y que se consumen en todo el mundo por todo tipo de públicos. Este pensamiento lleva asociadas inevitables preguntas como ¿quién está detrás de estos contenidos?, ¿cuál es la verdadera dimensión de este negocio en Internet?, ¿quiénes son las víctimas?, ¿y los verdugos?. Todo esto fue lo que nos llevó a Ricardo de Santiago y a mí a escribir “Brutalbox”. Una idea universal y de candente actualidad que nos hace reflexionar sobre el hecho de que todos podemos ser el objetivo de una cámara oculta y actores involuntarios ante millones de espectadores en el gigantesco escenario de Internet.”