El estudio y recopilación de casos clínicos sobre abuso sexual infantil fue el punto de partida para la construcción del argumento de este proyecto. Ocho de cada diez abusadores son los propios padres, padrastros o abuelos. Historias de chicos que sufren en silencio y sin libertad para crecer.
  Indagar sobre las relaciones familiares, los vínculos, los pactos implícitos, y los sistemas de poder intrafamiliares, han sido los ejes más profundos de la construcción de esta historia.
  “Todo aquello referido a la violencia intrafamiliar hiere ciertos códigos tradicionales, y el abuso sexual, puntualmente, cuestiona seriamente las
relaciones de padres e hijos”.
  La trama se desarrolla en dos ámbitos bien diferenciados, el privado representado por la familia y el público por la escuela. “Hay niños que piden ayuda de maneras muy diferentes” dice uno de los personajes de la película. Así es, Bárbara la niña protagonista pidió ayuda de la manera que pudo y necesitó de alguien atento que pueda escucharla.
  Sara una psicóloga principiante que trabaja en el gabinete psicopedagógico de la escuela supo ver y de esta manera generar una fisura dentro del silencio y secreto familiar.
  A partir de esta relación se desarrolla el conflicto de esta historia. El guión tuvo un desarrollo de varios años, el reconocimiento de Interés Especial dentro del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales Argentino y del fondo de Ibermedia permitió la realización de este proyecto.
  Un gran elenco conformado por el experimentado actor Alberto de Mendoza, Carlos Belloso, Malena Solda, Analía Couceyro, Ailen Guerrero, Jimena La Torre, Mario Alarcón y la participación especial de Norman Briski y Cecilia Rossetto permitieron hacer realidad este libro cinematográfico con un gran nivel actoral.