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CRITICA
Por: PACO CASADO
Una vez más una producción francesa aborda lo ocurrido en sus territorios ante la invasión del ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
En este caso es un drama histórico basado en hechos reales ocurrido en el año 1940, cuando los alemanes invadieron Francia y el gobierno les recomendaba a los vecinos de los pueblos del norte que abandonaran sus hogares y se marcharan al Sur.
En el grupo de uno de esos pueblos de la región de Pas-de-Calais con Paul, su alcalde, y Mado, la dueña del bar, al frente deciden seguir las recomendaciones de la prefectura.
En el pueblo hay un alemán, Hans, fugado de su país huyendo de los nazis, con su hijo de ocho años, pero es detenido y encarcelado en la ciudad de Arras por haber mentido acerca de su nacionalidad haciéndose pasar por belga.
Cuando es dejado en libertad, ante un ataque aéreo, se marcha en compañía de Percy, un oficial escocés, en busca a su hijo Max, que Suzanne, la maestra del pueblo, recogió ante la ausencia del padre, y se marchó con el resto de los vecinos.
Se trata de un relato apasionante de una etapa muy dura, donde los alemanes ametrallaban sin piedad desde los aviones a las caravanas por los caminos, de civiles indefensos, pero también vemos el miedo en los jóvenes soldados alemanes al enfrentarse a un enemigo que no ven ante la posibilidad de afrontar la muerte, mientras que otros son contrarios a Hitler.
A lo largo de la trama hay también la figura de un director de cine que rueda una película de propaganda sin ningún escrúpulo al mostrar cómo se acribilla a sangre fría a unos prisioneros a los que se les entrega para un combate simulado para el cine con balas de fogueo, en lugar de mostrar la actitud de la gente humilde sin la certeza de estar seguros en ese éxodo hacia el Sur.
El film posee una banda sonora de Ennio Morricone, que fue nominada al César, de lo más inspirada que ha compuesto últimamente, incluida por la que ganó recientemente el Oscar, 'Los odiosos ocho' (2015).
Cinta muy humanista e interesante en la que el espectador se identifica fácilmente con los personajes y sufre con ellos los horrores de la guerra en la que los que padecen sus consecuencias son siempre los civiles, el pueblo.
Es la cuarta película de Christian Carion, que debutó con 'La chica de París' (2001) a la que siguieron 'Feliz Navidad' (2005) y 'El caso Farewell' (2009), que está bien contada, sin demagogia, con una producción notable, director que ya trató el tema de la Primera Guerra Mundial en 'Feliz Navidad' (2005).
El guion está inspirado en su madre, que tiene noventa años, que formó parte del éxodo, a quien dedica el film, en el que hace un homenaje a esas personas que vivieron esos tiempos difíciles en los que supieron compartir con sus vecinos antes sus necesidades mostrando algunas escenas llenas de ternura y humanidad.
Posee un plantel de buenos actores con unas estupendas interpretaciones que dan autenticidad a sus respectivos personajes.
Una historia que lamentablemente se repite en la actualidad con un millón de refugiados iraquíes, afganos, somalíes, libios, sirios que llegan a los países europeos huyendo de la guerra.
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