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CRITICA
Por: PACO CASADO
Son demasiadas las películas de superhéroes ya que cada uno tiene su serie y ahora para colmo los reúnen a la mayoría de ellos en una sola y los enfrentan entre sí, como ocurre en ésta de los 'X-Men', que va ya por la sexta entrega de una historia que fue creada por Stan Lee y Jack Kirby para ser publicada en papel en 1963.
Desde los albores de la civilización, fue adorado como un dios. 3000 años antes del nacimiento de Jesucristo, Apocalypse, el primero y más poderoso mutante del universo X-Men de Marvel, acumuló los poderes de muchos otros mutantes, convirtiéndose en inmortal e invencible.
Pero cuando alguien lo desentierra de una pirámide en Egipto en 1983, al despertar tras miles de años, se encuentra desilusionado con el mundo en que se encuentra y decide reclutar un equipo de mutantes poderosos, que constituirán sus jinetes del apocalipsis particulares, entre ellos a un descorazonado Magneto con el fin de limpiar la Humanidad y crear un nuevo orden mundial sobre el que él reinará.
A medida que el destino de la Tierra está en juego, el humanista Profesor Charles Xavier, con la ayuda de Mística, se reunirán junto a un equipo de jóvenes X-Men para detener a su mayor enemigo y salvar así a la Humanidad de la destrucción total.
De esta manera los X-Men se enfrentan al poderoso mutante Apocalypse surgido de Egipto que junto con algunos de ellos va a destruir a la Humanidad.
Esta es posiblemente la más endeble de todas las entregas anteriores, con secuencias demasiado largas invadidas de efectos especiales que superan a un guion irregular siendo lo mejor el espectacular inicio, ambientado en el antiguo Egipto, que resulta muy brillante, pero conforme avanza se va desinflando un poco.
Tanto héroe ya cansa y al mismo tiempo prolonga demasiado el metraje, con un excesivo número de personajes a los que se les dedican demasiados minutos ofreciéndonos el origen de cada uno de ellos.
Esta es una especie de continuación de 'X-Men. Días del futuro pasado' (2014) y aquí cada uno comienza con vidas diferentes, el profesor Xavier con su escuela de alumnos mutantes y Magneto en Europa trabajando como minero en Polonia y con la aparición del nuevo mutante, peligroso y con poderes ilimitados, se inicia de nuevo la guerra entre mutantes porque unos quieren cargarse a los humanos para que no acaben con su especie, mientras que otro bando desea convivir de manera pacífica con ellos.
La cinta entretiene pero el clímax final es demasiado largo, con media hora menos ganaría en ritmo y se haría más llevadera, ya que es distraída, los actores están bien, entre los que figuran nombres tan reconocidos como los oscarizados Michael Fassbender y Jennifer Lawrence, o James McAvoy, entre otros.
Visualmente es una maravilla lo que se consigue con los efectos digitales, pero no nos acaba de convencer el despilfarro de 220 millones de dólares para ofrecer tan poco, aunque estamos seguros que se recuperan con creces en la taquilla, motivo por el que sigue existiendo esta clase de producciones mientras sigan siendo rentables.
Bryan Singer, director de la sobrevalorada 'Sospechosos habituales' (1995) o 'Verano de corrupción' (1998), que le dieran el prestigio, es el responsable de este su quinto film de superhéoes y cuarto de los 'X-Men', en el que obtiene un discreto resultado, donde parece que se siente a gusto o tal vez también le resulte económicamente rentable para él.
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