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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es una nueva versión de la novela de Gustave Flaubert, aunque en la mente y el recuerdo de los aficionados al cine más veteranos aún pueden permanecer las imágenes de algunas anteriores como las que llevaron a cabo Vincent Minnelli en 1949 con Jennifer Jones, James Mason y Van Heflin o Claude Chabrol en 1991, con Isabelle Huppert, que curiosamente ambas fueron nominadas al Oscar por su vestuario.
Sin ir más lejos este mismo año hemos visto una nueva versión, bastante más libre, titulada 'Primavera en Normandía' (2014), dirigida por otra mujer, Anne Fontaine, llevada a la actualidad que resultaba bastante agradable de ver.
Transcurre la historia a mediados de 1800 en Normandía, Francia.
La obra original, escrita por Flaubert en 1856, nos cuenta la vida de la joven Emma Rovault, hija única de un granjero viudo de Berteaux, que tras dejar el convento donde es educada se casa con el hierático Charles Bovary, un médico rural, para abandonar la granja en la que vive con su padre y cumplir los sueños románticos que ha leído en las novelas y acaba viviendo en Yonville, una pequeña aldea en la que él trabaja, pero ella se aburre viendo pasar el tiempo y comienza a tener conciencia del enorme vacío que le ha producido su matrimonio.
Sin embargo, su esposo, está obsesionado con su trabajo que le ocupa gran parte de la jornada, por lo que resulta demasiado anodino para ella estar todo el día sola con su criada Henriette, de ahí que inicie amistad con el Sr. Lhereux, un comerciante con el que se endeuda y León Dupuis un joven con el que inicia una serie de aventuras amorosas para satisfacer sus anhelos, e igualmente con el Marqués d'Andervilliers.
Versión muy correcta, aunque con algunos cambios y supresión de personajes, bien ambientada en la época, con un extraordinario y variado vestuario, con bellos paisajes muy bien fotografiados por el neoyorquino Andrij Parekh, marido de la directora, aunque le falta un poco de más atrevimiento en las escenas de sexo, ya que ella, como se describe en el texto literario, es un personaje de una mujer insatisfecha en sus deseos y aburrida de la vida rural, que despierta pasiones y en cambio aquí la protagonista es un tanto ingenua o infantil, demasiado joven para el personaje.
Es la primera vez que esta novela es llevada a la gran pantalla dirigida por una mujer, Sophie Barthes, que hace con éste su segundo largometraje, en el que se nota la mano femenina, quien con Felipe Marino se ha encargado también de hacer el guion tratando de respetar el espíritu de la novela y las características de los personajes adaptándose a su exiguo presupuesto.
A la actriz australiana Mia Wasikowska, que está bien en el papel de Emma, le viene un poco grande el ingrato personaje, símbolo de la mujer dominante del que no acaba de dar esa faceta, ya que en esta ocasión los autores del guion la representan como una mujer más joven, delicada y tierna, que trata de conseguir lo que no es posible para ella.
Enfrente tiene la veteranía de un estupendo Rhys Ifans y un desaprovechado Paul Giamati en un papel muy secundario.
Posee una estupenda partitura musical con gran intervención del piano que acompaña a las imágenes al ritmo imprimido por la académica dirección que le ha dado la directora.
Pasó por los Festivales de Deauville y Londres.
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