|
CRITICA
Por: PACO CASADO
No es que Hollywood trate de asustarnos por estar al final del milenio, ya que con anterioridad lo hizo, con menos medios, pero de forma también espectacular, cuando en 1951 Rudolph Maté dirigió Cuando los mundos chocan o años más tarde Ronald Neame hacía lo propio con Meteoro (1979).
En este año dos productoras han emprendido una veloz carrera para ofrecernos un producto similar y con argumento sospechosamente casi idéntico: Deep impact (1998) y 'Armaggedon' (1998).
Un gran meteorito se dirige en dirección hacia la Tierra y amenaza con su destrucción o al menos parte de ella.
Ambas reflejan el impacto de un meteoro contra la Tierra, tan sólo varían en el tamaño, uno como Nueva York y el otro como el Estado de Texas, y también los métodos para eliminarlo y evitar el choque con nuestro planeta.
En este caso al director de la NASA se le ocurre mandar dos naves, aterrizar en el mismo, excavar 240 metros e introducir varias cabezas atómicas que, al detonar, lo dividan en dos y ambas mitades pasen alrededor de la Tierra.
Se busca al mejor prospector petrolífero y a un puñado de hombres de su confianza expertos perforadores, para llevar a cabo la misión, el único problema es que los elegidos no tienen ninguna experiencia en viajes espaciales.
En este sentido recuerda a Doce del patíbulo (1967) o a Los siete magníficos (1960).
Como preámbulo y aviso varios trozos impactan en el planeta destruyendo parte de Nueva York o de París, que son las mejores secuencias, lo que resulta sumamente logrado y muy espectacular. Para no hacer bostezar al espectador, que tiene que soportar entre estos golpes de efectos los entrenamientos y algunas cuestiones técnicas, se quita de en medio la parte más humana, con lo que se queda en una película en la que se confunde el ritmo con la brevedad de los planos en los que apenas se deja ver nada, defecto de Michael Bay en sus dos films anteriores Dos policías rebeldes (1995) y La Roca (1996), sobre todo en el primero de ellos.
En el argumento se simplifican demasiadas cosas, como evitar el peligro de la cola del meteoro que va soltando piedras que en cualquier momento pueden acabar con las dos naves como de hecho destruyen una ciudad entera, o que toda la preparación de años de un astronauta la hagan estos hombres en tan sólo doce días de superficial entrenamiento.
Son cosas muy convencionales que se deberían haber obviado.
Llama la atención un reparto tan singular, con una primera figura a la cabeza, Bruce Willis, junto a un puñado de actores independientes, Ben Affleck, Steve Buscemi, Billy Bob Thorton, Peter Stormare, etc., cosa que no es habitual.
Están bastante logrados los efectos especiales.
Lo mejor es que no aburre a pesar de su excesivo metraje.
Nominada a cuatro Oscar: canción, sonido, efectos visuales y montaje de sonido. Premio a mejor film y director por la Academia de ciencia ficción. Premio Blockbuster a Bruce Willis y Ben Affleck. Premio Bogey de oro y Golden Screen en Alemania. Premio Satellite a la canción.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE