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CRITICA
Por: PACO CASADO
André Téchiné, uno de los directores más interesantes del cine francés actual, en cuyas películas que casi alcanzan las dos docenas se ve reflejada con frecuencia su preocupación por la adolescencia y la problemática de la juventud, como ya lo demostró en 'Los juncos salvajes' (1994), lo vuelve a sugerir una vez más en 'Cuando tienes 17 años' (2016) lo que no quiere decir que todos los adolescentes a esa edad tengan los mismos problemas que los dos protagonistas.
Damien vive solo con Marianne, su madre, que ejerce como médico en un pueblo en el sudoeste francés, mientras que Nathan, su padre, que es militar, está de servicio en una misión en África Central.
El chico es intimidado en el instituto por Thomas, cuya madre adoptiva está enferma, a la que se le ha recomendado reposo.
Ambos jóvenes terminan viviendo juntos cuando Marianne invita a Thomas a quedarse con ellos ante la situación de su madre.
La repulsión y la violencia que muestra uno hacia el otro se va a volver problemática.
La adolescencia es un momento crucial en la vida, que no siempre lo apreciamos, que es cuando hay que decidir qué queremos ser y hacer.
El film echa la vista atrás y cuenta cómo Marianne se enfrenta a los dos chicos, uno acomodado, otro humilde, con la asignatura pendiente más difícil, aprender a desenvolverse ante el mundo.
Ambos irán juntos y descubrirán su naturaleza en la que está presente el deseo y el despertar a la vida, con la sexualidad a flor de piel y donde también inciden las relaciones materno filiales.
André Téchiné, director francés de 73 años, es hijo de la Nueva Ola francesa o de su continuidad y alcanzó la madurez en los 90 pero a partir del nuevo siglo comenzó a flojear sin dejar de ser sus cintas cuando menos aceptables.
Esta quiere ser una película pequeña, realista, en torno a los dos chicos que se resiente debido a un guion un tanto artificial del director junto a la joven Céline Sciamma, de 38 años, para que le ayude a aproximarse a sus jóvenes protagonistas, en la que el buen hacer de los actores palia los defectos.
El film está estructurado en tres partes que vienen marcadas por los trimestres en los que se divide el curso escolar, invierno, primavera y verano, y en cada una de esas partes conocemos la evolución de la personalidad de los dos protagonistas, Damien y Thomas, desde su enfrentamiento, a su obligada convivencia y en la tercera etapa el descubrimiento de su sexualidad siendo unos solitarios, alejados de las demás pandillas juveniles, sin formar parte de ningún grupo, y cada uno vive su propia soledad.
Thomas es mestizo, más independiente, más rústico en su comportamiento debido a vivir en el campo en contacto con la naturaleza, mientras que Damien es más un chico de ciudad, más refinado, depende más de su madre, es retraído o introvertido.
A pesar de sus diferencias al principio, terminan siendo iguales al final en su sexualidad común, actitud que se ve venir.
Y algo que les une más es que tanto la madre de uno como la del otro tienen sus padecimientos, aunque sean de tipo deferente, una la enfermedad y la otra sumida en la desgracia de la pérdida.
A lo largo de la trama se trata no sólo de la homosexualidad en la traumática adolescencia, una época de descubrimientos, sino también la amistad, la identidad personal, las diferencias de carácter y el conflicto generacional, mientras explotan sus deseos en un proceso en el que apenas interviene la lógica.
Bien elegidos los dos actores juveniles Kacey Mottet Klein y el debutante Corentin Fila que se apoyan en una sobria Sandrine Kiberlain.
Premio del jurado en Outfest 2016. Golden Swann a Kacey Mottet Klein en el Festival Cabourg. Fue presentada en el Festival de Berlín.
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