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CRITICA
Por: PACO CASADO
Si alguien se ilusionó con James Foley cuando vio Éxito a cualquier precio (Glengarry Glen Ross) (1992), sobre un guion de David Mamet, que no fue nuestro caso, se decepcionaría con sus siguientes películas como ocurre una vez más, al aceptar este film de encargo, undécimo en su filmografía.
Antes los guiones de las cintas policíacas tenían una trama perfecta que conducía a un final en el que todas las piezas del puzzle encajaban.
Ahora parece que se trata de sorprender al espectador y hacer que cuando salga de la sala, tenga que dar marcha atrás y recomponer la trama para ver si le han engañado o si alguna pieza se cayó por el camino y quedó algún agujero por tapar.
Rowena, una ambiciosa periodista, que se dedica a destapar escándalos financieros, cuando el periódico decide no publicar su reportaje, influido por altas instancias, se dedica a investigar a Harrison Hill, el poderoso y enigmático dueño de una agencia de publicidad, aficionado a los chats eróticos en internet, a quien cree sospechoso del asesinato de Bethany, una amiga, en lo que le ayudará Miles Hailey, un compañero hacker, experto en informática, que está secretamente enamorado de ella, para hacerse pasar por otra persona, introduciéndose como empleada temporal en la agencia.
Una trama provocativa y peligrosa en la que se enfrentan la verdad y la mentira, en la que cabe el miedo, el erotismo, la venganza, los traumas de infancia, el chantaje, la frustración sexual, la violencia y el suspense.
Un guion con los ingredientes necesarios al que no se le saca el resultado debido y sobre el que se rodaron tres finales.
La guapa Hale Berry actúa de forma fresca y desenvuelta frente a un veterano Bruce Willis con poco trabajo y menos diálogos.
Una cinta sin muchas pretensiones, con un peligroso juego de poder, de identidades, de medias verdades y manipulación, que transcurre con cierto interés, con pistas falsas, hasta que llegado al último tercio en donde se resuelve la trama, se desmadra, tomando el camino más corto para crear intriga aunque sea con un final truculento y tramposo.
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