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CRITICA
Por: PACO CASADO
El regreso a la dirección de Warren Beatty con este su quinto largometraje no ha sido ciertamente triunfal, ya que ni la crítica, ni la taquilla, en la que ha logrado algo más del diez por ciento de lo que ha supuesto su presupuesto, ha sido bien acogido.
La bella joven baptista Marla Mabrey llega desde una pequeña población de Virginia a Los Angeles, en compañía de su madre, Lucy, para trabajar para el multimillonario Howard Hughes.
En el aeropuerto conoce al chófer, el joven Frank Forbes, que apenas lleva dos semanas a su servicio que es también una persona muy religiosa.
Su inmediata atracción mutua pondrá sus convicciones a prueba además de romper la regla número 1 del Sr. Hughes: está prohibido que sus empleados intimen con sus actrices.
El magnate Howard Hughes es un hombre excéntrico, caprichoso y misterioso, que vive en una mansión en el Hollywood de 1958, un ingeniero obsesionado con la aviación y los negocios, dueño de la RKO, que descubrió a Jean Harlow, la rubia platino y fue el productor de clásicos como 'Scarface' (1932).
Su pensamiento conservador y el ambiente en el que se mueve Marla hará que sus valores y su vida cambien para siempre.
Una comedia romántica, que se mueve entre un homenaje y una crítica al Hollywood de los años 50, una historia de amor que supone el regreso de Warren Beatty a la dirección desde que realizara 'Bulworth' (1998) y como actor cuando interpretó 'Enredos de sociedad'. (2001).
Es una película que hace veinte años que éste quería hacer sobre Howard Hughes, pero en el fondo es una historia de amor muy inocente de una pareja de los años 60, la época más crepuscular del magnate hollywoodiense, que entonces tenía 50 años, interpretado por un Warren Beatty ahora con 80 años, quizás para disimularlo aparece casi siempre en penumbra.
Está rodada como se hacían los films en aquella época.
La presencia de cuatro montadores hace pensar que ha debido sufrir algunos cortes, ya que avanza de manera arítmica, y aún así es demasiado larga.
No es un biopic sobre Howard Hughes, sino el reflejo de una época determinada de un Hollywood que ya no existe, en un clima de añoranza, a través de la historia ficticia de la pareja protagonista mezclada con algunos aspectos particulares de la vida del magnate.
Beatty vuelve al cine con una cinta que escribe, produce, dirige y protagoniza en un papel cortado a su medida, que está bien ambientada y fotografiada por Caleb Deschanel, que echa mucho de menos una mayor fuerza en la realización, que resulta demasiado plana y la narración se hace repetitiva a veces.
Como comedia no hace reír y como drama no emociona, no acaba de funcionar, salvo las interpretaciones que son más que aceptables, poco más se puede salvar además de una excelente banda sonora. Si en algún momento resulta aburrida siempre puede ser entretenido identificar a los estupendos actores que componen su reparto en breve cameos, que no siempre es fácil.
Así la vuelta de Warren Beatty pasa sin pena de gloria para el espectador y eso es lo peor de una película a la que le ha dedicado tanto tiempo, que estaba considerada en principio como una favorita para ir a los Oscar, pero ni siquiera fue nominada, no obstante sí lo fue a los Globos de oro Lily Collins.
Galardonados el vestuario y Lily Collins en los Premios Hollywood.
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