Título: |
LUNA NUEVA |
Título original: |
NEW MOON (TWILIGHT 2) |
Nacionalidad: |
EE.UU. de 2009 |
Dirección: | CHRIS WEITZ |
Guión: | MELISSA ROSENBERG, Basada en la novela escrita por STEPHENIE MEYER |
Fotografía: |
JAVIER AGUIRRESAROBE |
Música: |
ALEXANDRE DESPLAT |
Interpretes: |
KRISTEN STEWART, ROBERT PATTINSON, TAYLOR LAUTNER, NIKKI REED, ASHLEY GREENE, JACKSON RATHBONE, KELLAN LUTZ, DAKOTA FANNING, MICHAEL SHEEN, ANNA KENDRICK, GRAHAM GREENE y CAMERON BRIGHT |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS |
Duración: |
130 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Si la primera película de esta saga, Crepúsculo (2008), hizo 70'6 millones de dólares en el primer fin de semana de su estreno americano, y terminó la explotación mundial con más de 408 millones, este segundo capítulo ha duplicado la cifra, 141 millones de dólares, que es lo único que justifica que se haya hecho, ya que un éxito comercial así no se podía dejar escapar, por lo que la operación de marketing ha funcionado a la perfección, aunque caiga en casi los mismos defectos de la primera, con su romanticismo y su sentimentalismo de novela rosa y con menos efectos especiales.
Decimos esto porque esta segunda parte comienza donde acaba la primera y ofrece más de lo mismo, los románticos amores entre Edward Cullen y Bella Swan, la cual se queda muy desolada cuando él, al saber que su amor es imposible por pertenecer a mundos distintos y que puede ser descubierto por la comunidad, se va con su familia.
Edward decide así abandonar a Bella, después de un duro ataque que casi le cuesta la vida, para mantenerla alejada y a salvo de los peligros del mundo vampírico.
Bella busca entonces refugio en Jacob Black, su amigo de la infancia con el que la muchacha intentará superar su tristeza, un indio que está enamorado de ella, que también guarda el secreto de ser un hombre lobo.
Este es otro de los escasos atractivos que ofrece esta nueva entrega y no creemos desvelar nada con ello, ya que el film está hecho de cara a las fans lectoras de los libros de Stephenie Meyer, con más de diez millones de ejemplares vendidos en todo el mundo.
La treceañeras acuden a ver esta producción y suspiran aliviadas cuando alguno de los efebos protagonistas muestra su perfecto torso desnudo.
En este sentido es bastante blanco a la hora de tratar el amor entre los amantes ya que apenas si se besan y se conservan castos sexualmente, en la línea del romanticismo de Romeo y Julieta, la obra de William Shakespeare que estudian en el instituto, que corre paralela al argumento de la cinta, sin que llegue a la tragedia, aunque a punto está cuando Bella se corta en una mano y un vampiro quiere devorarla al ver la sangre.
Esta vez no hay la sorpresa en lo que respecta a los cambios acerca del mito vampírico llevado a cabo por la autora, cuya tradición queda destrozada, sino que va más dirigida a satisfacer a las espectadoras adolescentes, sustituyendo el terror por alguna escena de violencia en la lucha contra los lobos.
El guion dilata demasiado las secuencias haciendo que pierda el ritmo y que se prolongue innecesariamente el metraje.
Aunque estaba previsto que Catherine Hardwicke repitiera como directora, unos conflictos de agenda obligaron a cambiar los planes y a dar la responsabilidad de plasmar la continuación de estas aventura de los personajes de la novelista Stephanie Meyer a Chris Weitz.
El cambio de director apenas se nota, a pesar de su poca experiencia como realizador, ya que este es su cuarto largometraje, pero sí la mayor brillantez y luminosidad que da el español Javier Aguirresarobe a la fotografía que no tenía la anterior, nimbada de grises que daban un tono bastante triste para justificar que los vampiros resistieran la luz del día, cosa que esta vez se obvia por completo.
En cuanto a la banda sonora se sale ganando con la composición de Alexandre Desplat con una música más melodiosa a tono con el romance amoroso de los juveniles amantes.
Premio World Soundtrack a la mejor banda sonora