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CRITICA
Por: JOSÉ MONTESINOS
Mucho se ha hablado a la hora de llevar a la pantalla la obra “La Torre oscura” escrita en ocho novelas por Stephen King.
Años llevaba Hollywood detrás de sacarle punta a la misma y encontrarse con una nueva saga, la cual por fin ha visto la luz de la mano del director Nikolas Arcej.
Un cowboy lleva una eternidad persiguiendo a un hombre de negro que lo único que busca es derribar la torre oscura para poder desplegar todo su mal por el mundo.
Para ello se dedica a secuestrar niños los cuales son los únicos que pueden alcanzar su propósito y precisamente uno de estos niños que logra escapar y que lleva tiempo con pesadillas donde ve tanto al pistolero como al malvado hombre de negro será el desencadenante de una batalla.
Las novelas escritas por Stephen King consiguieron el beneplácito de los lectores que la han encumbrado a lo más alto en cuanto a ventas, de hecho han sido ocho las novelas que ha escrito teniendo como protagonista a la torre oscura.
Tres guionistas han sido necesarios para adaptar la primera de las novelas a la pantalla y a juzgar por lo que hemos visto, no sabemos muy bien que habrán hecho, porque lo que aquí se nos muestra es el resumen de un resumen de dicha novela.
El argumento que se nos presenta está falto de identidad propia, instalándose en una especie de montaña rusa, donde no se adentra en la descripción de ninguno de los personajes, tan solo de pasada, y donde se nos detalla una breve línea sobre la cual se monta un largometraje.
El director danés Nikolaj Arcel, que dirigió previamente la interesante “Un asunto real” ha sido el encargado de coescribir el libreto y dirigir el largometraje, a un ritmo tan vertiginoso que en apenas hora y media ocurre todo.
El film se inscribe en el género de serie B, no puede ser de otra forma, pero Arcel no ha conseguido dar con la tecla para aportar una cinta interesante sino que se queda a medio camino de la nada y el espectador se da cuenta apenas diez minutos después de comenzar la proyección.
Así se explican los malísimos resultados de taquilla en Estados Unidos, poniéndose en serias dudas de que se vayan a adaptar más libros de la saga.
El film es un querer y no poder, un tebeo que de apenas una mirada se ha ojeado y del que el espectador se olvida antes de que terminen los títulos de créditos, con secuencias algo ñoñas y algunas líneas de diálogos francamente cutres.
Idris Elba se encuentra con el rostro impasible todo el tiempo, Matthew McConaughey intenta meterse en la piel de su personaje con cara de malvado pero a veces no se lo cree ni él y Tom Taylor, el pequeño, es el único que parece distanciarse un poco más del reparto.
Cinta fallida por tanto, con numerosos errores de bulto.
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