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CRITICA
Por: PACO CASADO
Una de las producciones de animación de estas navidades llega a las carteleras al son de la cantante Mariah Carey, nominada a mejor canción original por 'The Star' en los Globos de oro, junto al letrista Marc Shaiman por la película 'Se armó el Belén' (2017).
Bo es un burrito pequeño pero muy valiente, de gran corazón, que aspira a tener una vida mejor, más allá de su rutina diaria en el molino del pueblo en el que trabaja moliendo grano, convencido de poder hacer algo grande en lo que se muestra muy optimista.
Un día reúne el coraje necesario para liberarse del yugo que le ata al molino, se pone en marcha y emprende por fin la aventura de sus sueños.
A lo largo de su viaje conocerá a Ruth, una inteligente y adorable oveja muy servicial, que se ha extraviado de su rebaño, a Dave, un palomo de altos vuelos con grandes aspiraciones y notable personalidad, que se convierte en el mejor amigo de Bob.
Durante su camino, en el que siguen a una estrella muy especial, encontrarán además a tres ocurrentes y divertidos camellos, Ciro, Félix y Débora, y a otros excéntricos animales.
Así Bo y todos sus nuevos amigos se convertirán, sin saberlo, en los insospechados héroes no reconocidos de la historia más grande jamás contada, la de la primera Navidad.
Cuando se encuentran con los recién casado María y José los acompañan hasta la ciudad de Belén.
A pesar de que en algún momento algo le va mal, Bo no pierde la esperanza sin dudar nunca de sí mismo.
El film es muy apropiado para los pequeños a los que les cuenta la historia del nacimiento de Jesús de una manera distinta y además asequible para ellos a través de los dibujos animados interpretados por los animales que se convierten en los verdaderos protagonistas de esta historia en la que además se nos presenta a María y José como seres humanos, jóvenes, rompiendo la imagen de un patriarca envejecido como es frecuente encontrarlo en muchas representaciones.
Tan sólo le pondríamos como reparo el hacerse un poco reiterativa antes de llegar al tercio final previo al desenlace, pero eso no impide que guste a los pequeños espectadores ya que tiene una animación muy dinámica y divertida para ellos.
Al mismo tiempo habla de amistad, de compañerismo, de ayudarse los unos a los otros, de sacrificarse por los demás, de trabajar en equipo para conseguir el fin deseado sin perder nunca la esperanza de lograrlo para así poder crecer y ayudar a los demás cuando éstos lo necesitan y si es necesario de forma desinteresada.
Timothy Reckart, tras realizar cuatro cortos, debuta en la dirección de un largometraje de animación con esta historia que saca adelante de forma discreta y en cuya banda sonora incluye temas de algunos villancicos conocidos como 'El pequeño tamborilero'.
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