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CRITICA
Por: PACO CASADO
No es la primera vez que el cine o la televisión trata la figura del bandolero andaluz, ahí están, sin ir más lejos, el caso de la serie 'Curro Jiménez' (1976/79) o en cine Llanto por un bandido (1963), de Carlos Saura sobre la figura de José María El Tempranillo, Avisa a Curro Jiménez (1978), de Rafael Romero Marchent, recientemente fallecido, o Pasos Largos (1986) de Rafael Moreno Alba, por citar tan sólo unos títulos que se nos vienen a la memoria.
Ahora un grupo de cineastas andaluces, más allá de cincuenta años de los citados títulos, resucita este tema tan olvidado que hace referencia a esta tierra con 'Los hijos de San Luis' (2020) que llega a las pantallas de toda España gracias a una distribuidora también andaluza como Phoenix entertainment.
La acción se desarrolla de forma paralela en dos momentos históricos, por una parte en Andalucía en 1832, concretamente en la localidad de Estepa, durante el reinado de Fernando VII, que tenía sojuzgado al pueblo con sus injusticias de carácter social.
Mientras tanto el ejército de los cien mil hijos de San Luis se dedicaba a expoliar las obras de artes de las iglesias y entre ellas pretenden secuestrar a la virgen de los bandoleros, una imagen muy querida por el bandolero Juan Caballero, que tratará de protegerla así como su tesoro, apoyando al Padre Gabriel y en compañía de Candela, una joven novicia.
La segunda historia se desarrolla en la actualidad y corre a cargo de Víctor, un teniente de la Guardia Civil que acaba de hacerse cargo del puesto en esa ciudad, que investiga el asesinato de Tony Alemany, un catedrático de arte, que va a dar una conferencia, quien el día antes se ha entrevistado con una estudiante de esa asignatura, Carmen Fernández de la Cruz, a la que le regala un libro sobre la materia, con una dedicatoria.
El motivo de su asesinato es que es la única persona que conoce el paradero de la auténtica imagen de la virgen de los bandoleros.
Debido a que Carmen es la última que vio al catedrático con vida se convierte en sospechosa por parte del teniente y en posible víctima de quien quiere saber el paradero de la valiosa imagen, por lo que ella se ofrece a colaborar con el policía y al mismo tiempo éste la protege de un posible atentado.
Película con producción andaluza, realizada con pocos medios pero con mucha fuerza de voluntad y poniendo todo el empeño posible, no en hacer una obra de arte, pero sí en lograr un producto digno y al mismo tiempo que sea un espectáculo que entretenga y que como decía Luis Buñuel, no caiga en el pecado de aburrir y eso, sin duda, que lo consigue.
El espectador tiene que poner de su parte para cubrir esas carencias debido al corto presupuesto, lo que no quiere decir que a nivel cinematográfico no tenga algunos defectos propios de una ópera prima como es el caso.
Tiene un tratamiento de color diferenciado para cada una de las épocas y están adornadas las imágenes con una banda sonora compuesta por el francés Grégoire Lourme, afincado en Andalucía.
En la dirección está el nombre de Álex López que debuta en el largometraje con este film codirigido junto a Antonio Jesús Rojas que se ha pasado de la pintura al cine.
En la interpretación se nota la veteranía de algunos actores frente a los menos experimentados, pero tanto unos como otros encarnan a sus personajes con dignidad.
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