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CRITICA
Por: PACO CASADO
Zoe Hull tiene 17 años, usa su ingenio, pero está apenada por el reciente fallecimiento de Jennifer, su madre, y a veces habla con ella como si no hubiera muerto y aún estuviera presente.
Por otra parte está resentida con Todd, su padre, por no mostrarse emocionalmente por la desgracia sufrida.
La historia comienza cuando un día va de cacería con su padre y demuestra tener una buena puntería con el rifle al cazar a un venado con lo que ya tienen carne para todo el verano.
Su mejor amigo es un alumno de color del instituto, Lewis, que desea que su relación se convierta en algo más que una amistad.
Pero Zoe lo único que quiere es acabar este año el bachillerato e ir a la universidad al año siguiente y así poder comenzar de nuevo.
Pero un día el instituto es atacado por una pandilla de cuatro estudiantes armados que pretenden hacer una feroz matanza en lo que llaman un ajuste de cuentas por el tratamiento recibido por algunos profesores y uno de los atacantes por haber sido ridiculizado por una broma pesada ante un grupo de alumnos.
Una de las personas que está en el centro escolar es Zoe, que al igual que el resto de sus compañeros verá que su vida está en peligro a partir de ese momento.
Los atacantes irrumpen en el comedor con una furgoneta arrasando lo que encuentran a su paso y arrinconando a todos los chicos presentes tomándolos como rehenes y haciendo que todo se vea a través de las redes sociales y pronto también se hace eco la televisión.
Zoe luchará por su vida con sus habilidades de supervivencia que pondrá al servicio y ayuda a sus compañeros de clase de todo el instituto.
Ese asalto se produce aproximadamente a los veinte minutos de película, por lo que el resto de la trama se centra en la habilidad que tiene Zoe para ir luchando contra los invasores, tratando de liquidarlos uno a uno o al menos de impedir que sigan con la matanza que tienen programada.
En algún momento también interviene el padre de Zoe en ayuda de su hija desde fuera.
La trama se ve interrumpida en algunas escenas en las que Zoe habla con su madre muerta infundiéndole ánimos para llevar a cabo su estupenda defensa de los demás como si fuera un superhéroe, labor muy encomiable por otra parte.
La trama tiene algunos momentos un tanto convencionales, pero no obstante mantiene el interés y resulta distraída.
Hay una cierta crítica a la facilidad con la que los jóvenes pueden acceder a las armas, lo que provoca este sinsentido.
El film tal vez pueda poner de actualidad el tema en EE.UU.
El caso de Kyle Rankin es en cierto modo curioso ya que empezó escribiendo el guion para un largometraje en 1996, siguió haciéndolo para un buen número de cortos, animándose a dirigir algunos de ellos hasta terminar realizando un largo en 2003 y ya lleva cuatro con éste, en el que aunque tiene un guion un tanto desequilibrado, también escrito por él, sin embargo sale bien del empeño, sobre todo teniendo a sus órdenes la mayoría de actores jóvenes que, tanto por la parte de los atacantes como por las víctimas son de esas edades, al igual que la protagonista, Isabel May que es la segunda película que interpreta y primera como protagonista.
Junto a ella intervienen algunos actores adultos como Radha Mitchel en el papel de la madre, Treat Williams en el personaje del Sheriff Tarsy y Thomas Jane como el padre de Zoe.
Esta cinta pasó por el Festival de Venecia fuera de competición.
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