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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine policiaco norteamericano, de larga tradición y excelentes obras maestras, se ha enriquecido últimamente con algunos elementos que se van añadiendo conforme transcurren los años.
Este cine policiaco ha contado en poco tiempo con la introducción de la célebre organización criminal de la Mafia y por otra parte el problema racial con los negros en los intrincados y misteriosos barrios de Harlem.
Estos dos temas nuevos juntos al clásico del robo de una fuerte suma de dinero, pone en marcha los motores de la acción de esta película
Todas estos problemas plateados a un tiempo, se van desenredando al unísono, lo que complica pero enriquece el interés del film
Pero de todos ellos el más humano, es el racial, en la lucha que se entabla entre los dos agentes que son los encargados del caso, uno blanco, hombre veterano que llevaba más de treinta años en el cuerpo de policía y que ha pasado por todo y está a punto de jubilarse, y al otro negro, joven de color, ambicioso, ansioso por escalar puestos, incorruptible y celoso cumplidor de su deber que tiene tan bien aprendido.
Mafia y policía, cada uno por su lado y por distintos motivos buscan a los asesinos y ladrones para repartir justicia a su manera, hasta llegar al inesperado final, no sin antes pasar por una espectacular persecución y muchas escenas de violencia como es propio en este cine actual que, en cierto modo, no hace más que reflejar parte de la que existe en todo el mundo.
Cinta de acción trepidante, que fue presentada en la Semana de cine en color de Barcelona y que es la quinto de las realizadas por el director Barry Shear, de quien el espectador recordará fácilmente haber visto otra película suya anterior titulada El Presidente.
En cuanta a la interpretación destaca la veteranía de Anthony Quinn, la actuación de Anthony Franciosa y del actor de color Yaphet Kotto, sobre los que recae parte del peso de este policiaco.
En los años setenta se pusieron de moda los film con negros, las historia policíacas ambientadas en Harlem y el tema de la Mafia se revalorizó como filón comercial a raíz del éxito mundial de 'El padrino' (1972).
Del mismo año que la de Francis Ford Coppola es esta cinta sobre una historia que discurre en Harlem, con policía negro, en la que también hay un desafío a la organización mafiosa, todo ello con un esquema de cine de acción, escenas trepidantes y tratamiento superficial del tema.
La película intenta asegurarse la baza comercial aunando corrientes de ya probado éxito como las reseñadas, pero descuida el análisis en profundidad de los dos personajes básicos, el policía veterano y el agente negro, profesionalmente casi enfrentados.
Barry Shear, director de la nefasta 'El presidente' (1968), busca más la acción y el efecto comercial que un verdadero estudio del comportamiento de sus personajes.
Apoyándose en actores como Anthony Quinn, siempre eficaz, una música típica y un color aceptable, cumple en sus limitados horizontes y es un paso adelante de su director.
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