DANNY ELFMAN es uno de los compositores de música cinematográfica más relevantes y versátiles de la industria con sus treinta años de experiencia.
Ha colaborado con directores de la talla de Tim Burton, David O. Russell, Gus Van Sant, Sam Raimi, Paul Haggis, Ang Lee, Rob Marshall, Guillermo del Toro, Brian De Palma y Peter Jackson.
Desde su primera partitura para La gran aventura de Pee-wee, de Tim Burton, ha sido nominado a cuatro Oscar® por la música de Mi nombre es Harvey Milk, El indomable Will Hunting, Big Fish y Men in Black/Hombres de negro. También se encargó de la banda sonora de Eduardo Manostijeras, Wanted/Se busca, Charlie y la fábrica de chocolate, Misión imposible, El planeta de los simios, Un pan sencillo, Todo por un sueño, Spider-Man, Spider-Man 2, Batman, Eclipse total/Dolores Claiborne, Sommersby, Chicago, Dick Tracy, Pesadilla antes de Navidad, Alicia en el país de las maravillas, El lado bueno de las cosas, la trilogía Cincuenta sombras de Grey, Vengadores: La era de Ultrón, de Marvel, y la taquillera Liga de la justicia, de 2017.
Nació en Los Ángeles y desde temprana edad sintió una gran atracción por la música. Es uno de los fundadores del grupo Oingo Boingo, lo que le llevó a conocer a un joven Tim Burton, que le pidió que compusiera la partitura de La gran aventura de Pee-wee. Veinticinco años después, su colaboración es una de las más fructíferas de la historia del cine entre un realizador y un compositor.
Además de componer para la gran pantalla, escribió el tema de las series "Los Simpson" y "Mujeres desesperadas". También es el autor de la música del ballet "Rabbit and Rogue", estrenado en el Carnegie Hall; de la obertura "The Overeager Overture", para la Orquesta del Hollywood Bowl, y más recientemente de "Iris", para el espectáculo del Cirque du Soleil. "Las músicas de Danny Elfman para las películas de Tim Burton" se estrenó en el Royal Albert Hall de Londres. Asimismo compuso un concierto para la violinista Sandy Cameron que se estrenó en Praga el año pasado.
"Tener un estilo definido no está mal", dice, "pero prefiero exigirme más y ser un compositor del que no se sabe qué hará la próxima vez".