JOHNNY KLIMEK es un compositor de cine de cuarta generación, que está igual de cómodo en un estudio de música electrónica como en una sala de grabación.
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Esta doble identidad se reafirmó en la adaptación de “El atlas de las nubes” (2012), en la que Klimek se asoció con las hermanas Wachowski y su colaborador, el autor alemán Tom Tykwer.
Su estilo es un híbrido de paisajes sonoros ambientales y ritmos propulsores que aprendió a dominar durante sus años de formación en el panorama underground de Berlín y de la tradición de música para el cine tan asociada con Hollywood. Ambos mundos se ponen de manifiesto en su trabajo que definió la carrera de Tykwer, empezando con el gran éxito, “Corre, Lola, corre”, y continuando con “El Perfume”, “The International: Dinero en la sombra” y “El atlas de las nubes”. Estas bandas sonoras, junto con gran parte de su producción durante la última década, las creó con su colaborador habitual, Reinhold Heil. Pero a partir del otoño de 2011, Klimek, se unió a Amos Newman, el agente de compositores de WME y empezó a trabajar por su cuenta.
Participó recientemente en la cuarta temporada de "Babylon Berlin", la serie dramática de crímenes "Kleo" y la serie de Sebastián Gutiérrez "Leopard Skin”. Le preceden películas como “El señor de Shanghai II”, “Asalto en la noche”, “Un corazón extraordinario”, y muchas otras.
Nacido en Australia, Klimek trabajó en su país en una serie de audaces bandas de pub, pero la génesis de su afilada música electrónica y de sus exuberantes y ensoñadoras imágenes sonoras fue su bautismo en el underground de la electrónica de Berlín. Al principio, emigró a Berlín para formar el grupo de pop de los 80 The Other Ones con sus hermanos, se pasó a la escena musical de clubes en los 90, y de esta última surgieron sus maridajes creativos con Heil y Tykwer. La consumación de esta relación de tres fue “Corre, Lola, corre”, un ejercicio revolucionario tanto en la narración no lineal como en el uso de la electrónica como música de fondo. El éxito mundial de la banda sonora de “Lola” puso a Klimek en el mapa y catalizó su traslado a Los Ángeles y la fundación de su estudio Echo Park. Desde entonces, ha creado un gran número de proyectos cinematográficos impactantes y se ha convertido en un compositor de cine y televisión que implica realidades paralelas y escalas de tiempo. Su estilo híbrido se adapta muy bien al espíritu de nuestro tiempo.
Además de su amplio espectro estilístico, Klimek es un compositor absolutamente internacional en un momento en el que el entretenimiento de vanguardia se está volviendo cada vez más global. Con antecedentes australianos y un pedigrí musical logrado en Europa, aporta una dosis de emoción al mundo en expansión de Hollywood.