Carole Lombard, la famosa actriz de cine, tenía una larga melena rubia. Y había quien suponía que se trataba de una cuidadísima peluca. Un día llegó el rumor a ella. Y se indignó. Y dijo: "No hay derecho. Hay quien anda diciendo que mis personajes son falsos", añadiendo: "Y, ahora, no van a dejarme auténtico ni el pelo".