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CRITICA
Por: PACO CASADO
Durante décadas pasadas se hacían películas sobre las diferentes guerras habidas en el planeta, ya fuera la de Corea, Vietnam o las mundiales, entre otras. En la actualidad se realizan sobre la guerra moderna, esa que se lidera desde los despachos en donde igualmente se juega con la vida de miles de personas que originan conflictos entre los contendientes o los aliados, si se da el caso, debido a los daños colaterales.
La que comentamos es un relato de ficción pero muy bien pudiera ser real. La Coronel Katherine Powell, una dura oficial, está al mando de una misión de alto secreto para capturar a unos terroristas islamistas que están reunidos en una casa en Nairobi (Kenia).
Pero ella no tiene la decisión final, ni legal, ni política, cuando ve su misión abortada por una niña de nueve años, que vende pan, que entra en la zona de la operación, lo que provoca una controversia internacional debido a las consecuencias colaterales de la guerra moderna y a la mala propaganda que puede ocasionar una decisión errónea, alcanzando los más altos niveles entre los Estados Unidos y el Gobierno inglés, por las implicaciones morales, políticas y personales, mientras critica que otros altos dignatarios se pasan la vida asistiendo a cócteles o jugando al ping pong, por ejemplo.
La historia se centra en la operación secreta de la inteligencia militar británica usando drones a distancia. La superior al mando se verá en una encrucijada cuando descubra que sus objetivos, a los que debe atrapar, planean un ataque suicida en breve, y debe cambiar el sentido al de matar, pero que la presencia de inocentes en los alrededores pone difícil tomar una decisión que irá pasando desde los pilotos de los drones, a niveles superiores del escalafón de políticos y abogados asesores.
Es interesante el dilema que se plantea de si es mejor perder la batalla política o ganar la guerra de la propaganda con lo que eso conlleva.
El film presenta una cuestión moral y también habla de la democracia y de cómo los políticos maquillan la verdad a veces para lograr lo que desean.
La cinta transcurre casi a tiempo real, en unas horas, que expone incógnitas morales y éticas que hacen que el espectador se pregunte qué haría si estuviera en su lugar y reflexione sobre el conflicto, al que no se dan respuestas.
Es una muestra de cómo ha cambiado el mundo militar desde la irrupción de las nuevas tecnologías que están bien para atrapar a los delincuentes, pero que también se puede volver la oración por pasiva.
Está ambientada en la guerra moderna a distancia que nada tiene que ver con la de hace unos años, caracterizada por el uso de drones no tripulados, manejados desde una base aérea en el propio país o a miles de kilómetros de distancia.
Es un relato realista, arrollador, que plantea preguntas de difícil respuesta que lleva al espectador a los dos lugares donde se desarrolla la acción, la casa de los terroristas y el salón donde se reúnen políticos y militares de los que depende la solución final de la operación.
Pero también hay una crítica al fundamentalismo religioso en la escena en que la niña juega con el aro del hula-hoop.
Un thriller político con poca acción ya que pasa casi todo en los despachos, que nos presenta un retrato de la guerra moderna.
Lo importante es el debate moral que se origina y los daños colaterales. Mantiene en tensión al espectador en todo momento. Da que pensar que la guerra se decida a distancia, cómo actúa un político, un militar o la persona que recibe la orden de ejecutarla. El dilema está entre capturar o matar, de lo que depende un posible conflicto entre los países, pero también el del piloto que maneja el mando como si fuera el de un videojuego, pero que aquí son personas reales a las que matar.
Está dirigida por el sudafricano Gavin Hood, siempre preocupado por temas políticos o sociales, que ya nos ofreció 'Tsotsi' (2005) que ganó el Oscar a la mejor película en habla no inglesa que en este caso parte de un estupendo y cuidado guion del inglés Guy Hibbert que crea un tenso thriller muy entretenido, que nos muestra cómo es la guerra de hoy sobre cuestiones como la lucha de occidente contra el terrorismo teniendo en cuenta tratar de salvar a la población civil.
Al frente del reparto está una poderosa Helen Mirren y Alan Rickman en su último trabajo antes de su muerte y a quien va dedicado este interesante film.
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