Título: |
2012 |
Título original: |
2012 |
Nacionalidad: |
EE.UU. de 2009 |
Dirección: | ROLAND EMMERICH |
Guión: | HARALD KLOSER y ROLAND EMMERICH |
Fotografía: |
DEAM SEMLER |
Música: |
HARALD KLOSER y THOMAS WANKER |
Interpretes: |
JOHN CUSACK, CHIWETEL EJIOFOR, AMANDA PEET, OLIVER PLATT, THANDIE NEWTON, DANNY GLOVER, WOODY HARRELSON, THOMAS McCARTHY, LIAM JAMES, MORGAN LILY y GEORGE SEGAL |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS |
Duración: |
152 MINUTOS |
Por JOSÉ MONTESINOS
Sin duda alguna Roland Emmerich se ha especializado en el cine de catástrofes, no en vano, no hay película que últimamente nos ofrezca en la que no haya destrucción, por un motivo u otro, o nos ofrezca el final del mundo en cualuier versión.
En está última etapa de su cine cabe reseñar que se ha inclinado más por lo apocalíptico ya que en la película “El día de mañana” ya nos ofrecía una visión del fin del mundo y la mano humana en ese cataclismo. Ahora, para su nueva película, se centra en una predicción real del calendario Maya que predijo tiempo atrás que el fin del mundo llegaría el 23 de diciembre de 2012. Y con esta base el director ha montado su nueva película que tiene sus raíces en una idea de su habitual colaborador Harald Kloser. Entre ambos han tejido la historia de esta larga película (dos horas y media) para narrarnos una serie de catástrofes que empiezan a sucederse debido a que se está sobrecalentando la tierra y eso hace que comiencen a sucederse severos terremotos que parten en dos ciudades enteras, en otros casos se las tragan literalmente para posteriormente seguir subiendo la escala en esos fenómenos. Y en medio de todo este cataclismo un escritor cuya última novela no ha tenido mucho éxito, sus dos hijos y la exmujer de este que se ven envueltos en la aventura de ir sorteando todo tipo de catástrofes con la idea de llegar a salvarse, si es que pueden.
No vamos a narrar más en cuanto a la historia se refiere pues la destriparíamos, si tenemos que decir que para la ocasión los guionistas nos ofrecen un relato entretenido, una historia que sigue los arquetipos de este tipo de cine aunque tampoco podemos olvidarnos de los típicos convencionalismos del genero que son utilizados a diestro y siniestro. Aunque la historia en si no es nada del otro mundo al menos el espectador sigue las vicisitudes por las que van pasando cada uno de los personajes centrales de la historia, los cuales nos van manteniendo atentos a lo que les va ocurriendo.
Emmerich quizás abuse de destrucción, pues el grado que emplea en este filme no lo hemos visto en ningún otro que se precie, mantiene el interés por la devastación que vemos, jugosas secuencias de destrucción masiva, como le gusta al director, para deguste de todo espectador ávido de emociones de este tipo. La película se deja ver de buen agrado, es muy espectacular y contrasta esto con las historias más intimistas que se entrecruzan para desarrollar el hilo del filme. Desde luego la película no defrauda porque por otra parte el que entra a verla ya sabe a lo que va, con lo cual el director no engaña a nadie, ofrece lo que se espera de ella, espectacularidad de principio a fin, pues Emmerich ha conseguido que el ritmo de la película no decaída en ningún momento, manteniéndonos fijos a la pantalla a base de efectos digitales durante todo el metraje.
El elenco interpretativo está encabezado por John Cusack, el cual despliega todo un derroche fisico en el filme, enfrentándose a toda esta pesadilla y estando convincente al menos y más teniendo en cuenta que es la primera vez que se enfrenta a una pelicula de estas dimensiones. Le acompaña Amanda Peet, Chiwetel Ejiofor y como secundarios encontramos a Thandy Newton, Oliver Platt, Woody Harrelson o veteranos como Danny Glover y George Segal, todos ellos correctos en sus pequeñas aportaciones.
Lo mejor de la película sin duda son los efectos especiales, devastadores como requería la ocasión, creemos que al director no le queda nada más que destruir despúes de ver este filme.