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CRITICA
Por: PACO CASADO
La productora Disney se ha propuesto convertir en imagen real los cuentos tradicionales que tanta fama le dieron cuando los hizo en dibujos animados, en una estrategia comercial reivindicando su universalidad, actualizándolos con las nuevas técnicas y así ocurre ahora con 'La Bella y la Bestia' que ya realizó en 1991, un clásico que marcó a toda una generación de jóvenes espectadores, que ganó dos Oscar y dos Globos de oro a la mejor banda sonora y mejor canción.
Ya se ha hecho con 'La bella durmiente' (1959) convertida en 'Maléfica' (2014), 'El libro de la selva' (1967/2016) y ahora ésta alargada en casi 45 minutos, con un par de secuencias nuevas, una de ellas que explica lo que pasó con la madre de Bella y tres canciones más.
Una joven soñadora y romántica llamada Bella, amante de los libros, inteligente e independiente, vive en una pequeña aldea junto a Maurice, su padre, un inventor de artilugios, al que algunos consideran un anciano demente.
Un día éste se marcha a una feria para exponer sus inventos, pero se pierde en el camino y acaba en un viejo castillo.
Al partir Bella le pide que le traiga una rosa y Maurice la roba de esa gran mansión. El dueño, la Bestia, lo encierra y a cambio de dejarlo en libertad le pide que le entregue a su hija ofreciéndose Bella.
Ella intentará escapar hasta conocer al misterioso ser y que detrás de su apariencia hay un hombre que cometió un error por el que está pagando, con el que comenzará una historia de amor.
Partiendo de la adaptación del cuento de Gabrielle-Suzanne Bardot de Villenueve (1740), Jean Cocteau llevó a la pantalla 'La bella y la bestia' (1946), con Jean Marais y Jossete Day, película considerada hoy una cumbre de la historia del cine.
En 1991, Disney dejaría su marca en la cinta animada dirigida por Gary Trousdale y Kirk Wise, basada en la versión que del cuento hizo en 1756 Jean-Marie Leprince de Beaumont, que reducía los miembros de la familia y alteraba algunas cuestiones.
Ahora se vuelve a convertir a sus protagonistas en personajes de carne y hueso de esta historia que se aleja de los estereotipos de las princesas de Disney, que contó con un presupuesto de 300 millones de dólares, que usa de nuevo la banda sonora de Alan Menken con sus inolvidables canciones a las que se han añadido tres nuevas.
Aquí abrimos un paréntesis para recordar que recientemente el cine francés hizo una versión con personajes reales en 'La bella y la bestia' (2014), dirigida por Christophe Gans, con Léa Seydoux y Vincent Cassell, en tono dramático.
Esta vez se convierte en un vistoso film que se reencuentra con los míticos personajes de la versión animada ahora en carne y hueso, con la idea de conservar todo lo que funcionaba en aquella, pero dándole una proyección actual.
Algunos le achacan falta de originalidad cuando de lo que se trata es de calcar la versión animada, no le pidamos más peras al olmo, y eso lo hace de forma notable.
Visualmente es brillante cómo se han trasladado las imágenes animadas a reales o por ordenador y tiene pocos elementos diferentes, no es como 'Cenicienta' (2015), de Kenneth Branagh que respetando bastante la historia la hacía propia.
Aquí no se arriesga y se reproduce el clásico animado.
Los efectos especiales y decorados son meritorios y guardan fidelidad con la mayoría de los momentos brillantes, en general las intervenciones de los objetos: Lumiere, Ding-Dong, la señora Potts, su hijo Chip, y Plumette entre otros, cuando entran en acción, que resulta de los más interesante y divertido.
Los habitantes del pueblo consideran ridículo que Bella sepa leer y se ofenden porque enseñe a otra niña.
Bill Condon, director de la estupenda 'Dioses y monstruos' (1998), hace una película algo larga para los espectadores más pequeños, teniendo en cuenta que se trata de un musical y aunque en la versión española se han doblado las canciones, para ellos les puede pesar el metraje, no así para los adultos que posiblemente conozcan los números musicales que son magníficos y con buenas coreografías.
Emma Watson está muy bien, aportando su belleza, juventud y candidez con dotes cada vez de más actriz, así como los secundarios, sobre todo Kevin KlIne, ya que los demás aportan sus voces y sólo aparecen al final.
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