Por PACO CASADO 

   Las relaciones entre personajes reales y dibujos animados viene de muy atrás, pero las nuevas técnicas han logrado que también los animales, perfectamente diseñados, puedan interactuar con los seres humanos.
 Esos adelantos hacen que esa sea la mejor virtud de esta película infantil en la que se unen las características del cine de Disney con las del productor Jerry Buckheimer, experto en cine de acción, que repite experiencia tras los malos resultados obtenidos con Canguro Jack, aunque en este caso añade el interés de estar realizada en 3D.
 Los Estados Unidos han formado un comando de animales compuesto por tres cobayas y un topo que llevan a cabo misiones secretas que por su pequeñez tienen acceso a donde no pueden llegar los hombres. Han conseguido que puedan hablar y están entrenados y documentados en la alta tecnología de ordenadores y cálculos matemáticos. Pero cuando acaban de descubrir una conspiración para destruir el mundo le retiran los presupuestos. No obstante deciden llevar a cabo la misión a pesar de sus jefes.
 El guión de esta absurda aventura nos presenta una historia muy vista por lo que interesa poco a la audiencia, aunque resulta entretenido por la acción que llevan a cabo los diminutos roedores, hechos por ordenador con gran perfección en sus movimientos y gestos, pero son algo sosos en transmitir las emociones en las relaciones entre ellos, que se erigen en los principales protagonistas.
 Los pequeños espectadores se divierten con sus aventuras y les enseñan a tener confianza en ellos mismos y en los demás.
 Hoyt Yeatman, ganador del Oscar por los efectos visuales de Abbys, debuta en la dirección demostrando habilidad en las escenas de acción, con interesantes movimientos de cámara, pero en cuanto al guión, del que en parte es también responsable, sus personajes están faltos de alma, siendo lo mejor la relación entre las cobayas y los seres humanos.
 Cine de acción para toda la familia realizado de manera funcional, con un guión poco imaginativo, con escasa originalidad y gracia.