Título: |
CUENTO DE NAVIDAD |
Título original: |
A CHRISTMAS CAROL |
Nacionalidad: |
EE.UU. de 2009 |
Dirección: | ROBERT ZEMECKIS |
Guión: | ROBERT ZEMECKIS, Basado en la novela de CHARLES DICKENS |
Fotografía: |
ROBERT PRESLEY |
Música: |
ALAN SILVESTRI |
Interpretes: |
JIM CARREY, GARY OLDMAN, COLIN FIRTH, ROBIN WRIGHT PENN, CARY ELWES, BOB HOSKINS y DARYL SABARA, Todos ellos animados |
Censura: |
AUTORIZADA PARA TODOS LOS PUBLICOS |
Duración: |
93 MINUTOS |
Por PACO CASADO
La famosa novela de Charles Dickens ha sido llevada en multitud de ocasiones tanto al cine como a la televisión, en imagen real o en dibujos animados, por muy diversas cinematografías, desde la americana hasta incluso la española, por lo que es de sobra conocida su historia por todo el mundo, aunque por la dureza de su contenido no es la más apropiada para los niños más pequeños, al igual que ocurre en esta versión con los pasajes terroríficos y escenas macabras cercanas al escalofrío, aunque es tal vez la más costosa debido a su espectacularidad.
Una vez más, en el Londres del siglo XIX el Sr. Scrooge, de huraño carácter y tacaño por naturaleza, amarga las Navidades a sus congéneres, comenzando por Bob, su empleado, al que atosiga en su trabajo, o su sobrino Fred al que es incapaz de darle nada. La aparición de su socio, muerto hace siete navidades, le anuncia la llegada de los fantasmas de aquellos a los que perjudicó en vida con su ambición, o de esos otros que le odian, así como los fantasmas de las navidades del pasado del presente y de lo que será su futuro.
Ahora se nos ofrece una nueva versión de esta archisabida historia, con una brillante reconstrucción de la época, realizada por el procedimiento stop motion con el atractivo añadido de las 3D, en la que Robert Zemeckis es casi un especialista tras haber realizado Polar Expres y Beowulf. Pero en esta ocasión no le ha salido la jugada tan redonda, ya que abusa de los efectos especiales, estira algunas secuencias para potenciar las 3D, sin que acabe de coger el pulso al tono de la narración, con cierta obsesión por las imágenes insólitas, aunque haya mejorado en los gestos y expresiones de los personajes.
Conserva los valores universales de la novela, con su moraleja cristiana de hacer el bien a los demás y más en la época navideña en la que debemos acordarnos de los más pobres y desfavorecidos de la fortuna para que tengan en esos días de paz un poco de felicidad.
Finalmente cabe preguntarse si era necesaria una nueva versión de este cuento tantas veces llevado al cine.