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CRITICA
Por: PACO CASADO
Los personajes de esta película tratan de vivir la vida y es lo que debemos hacer mientras podamos y en este derroche de emociones que ellos nos proporcionan, debemos tener en cuenta las cosas que nos rodean, lo que solemos llamar circunstancias que nos condicionan y nos alteran los planes que nos planteamos para poder seguir viviendo la vida.
Juan pone su casa como aval de un negocio que cree seguro, pero las previsiones resultan ser todo lo contrario, pero Ana, su esposa, no lo sabe y sigue su vida a buen ritmo, hasta que terminan teniendo que vivir con los padres de Juan al ser desahuciados.
La complicada situación financiera provoca una crisis matrimonial que es abordada con humor y escenas disparatadas.
En esas circunstancias Ana se pondrá a trabajar para tratar de revertir la mala situación con algún trabajo "extra".
En esta historia los protagonistas intentan disfrutar de todo lo que tienen, pero a veces los deseos son más altos de lo que pueden desarrollar y en esos momentos se hace presente la dura realidad que nos obliga a ajustarnos a lo que realmente tenemos, mirar a quien nos quiere bien y saber que únicamente con lo que se tiene también se puede ser feliz o al menos debemos intentarlo.
El film trata de muchas cosas pero todas ellas provocadas por el desahucio sin caer en los tópicos sobre el tema.
El guion fue escrito hace cuatro años pero ha tenido que esperar hasta obtener la financiación para poder realizarlo, lo que hizo que entre tanto se cambiara el punto de vista y ver cómo afecta a la vida normal de una pareja joven a la que todo le va bien y con muchas promesas de futuro por delante, cómo le perturba al amor y cómo será su vida en el futuro cuando el hecho se produce.
Es más una cinta de relaciones y de personajes que del hecho en si del desahucio y lo que le cuesta a Juan volver a levantar su negocio.
El protagonista cae en algún exceso pensando que su forma de vida, cuando le va bien, no iba a terminar nunca y sin embargo se encuentra con ese revés, sin haber hecho nada ilegal, simplemente por problemas de pagos que a veces se suelen dar en los negocios, que le arrastra a la ruina y a un deterioro de las relaciones familiares.
Pablo Chiapella es conocido por las series de televisión como 'Aquí no hay quien viva', 'Fuera de control', entre otras, pero también ha hecho cine en películas como La vida mancha (2003) o Perdona si te llamo amor (2014), por ejemplo.
En este caso el humor está en su alrededor, en las situaciones que se producen más que en su personaje.
El guion pasa con facilidad por varios géneros, el drama la comedia, la acción, tal como lo va pidiendo la historia.
José Luis García Berlanga, que debutó en la dirección de un largometraje con Barrios altos (1987) y se dedicó después a dirigir series de televisión y ahora, treinta años después, nos llega con su segundo film en el que hace un homenaje a su padre, Luis García Berlanga, con la presencia de Guillermo Montesinos que fue de los últimos actores que trabajaron con él, en esta entretenida comedia valenciana que hace pasar el rato sin pretender mucho más.
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