Por JOSÉ MONTESINOS

  En 1980 Alan Parker realizaba la película “Fama”, cuyo éxito origino hasta una serie de televisión que siguieron millones de espectadores en todo el mundo. Cuando este fenómeno se creía olvidado un canal de televisión español ofrece un programa con el mismo titulo y ahora nos llega un remakes de aquella película, lógicamente adaptado a nuestro tiempo.
 La historia que se nos ofrece es la de una serie de chicos que ingresan en la escuela de artes para conseguir hacer realidad su sueño, trabajar en lo que les gusta y ser famosos, pero como bien les dicen en la escuela, la fama cuesta mucho trabajo. La relación de algunos de estos chicos, las clases, ensayos y desilusiones que se llevan algunos es lo que se nos muestra en el filme en forma de cuatro capítulos, por llamarlos de alguna forma.
 El desconocido director, proveniente del mundo de los videoclips, afronta su primer largometraje ofreciéndonos una película demasiado discreta, aunque el fallo creemos se encuentra en el guión, un guión en el que no centra a ningún personaje, va saltando de unos a otros, ofreciéndonos unos pequeños detalles y sin entrar a fondo en ningún personaje, ni en la historia de ninguno de ellos ni en nada, pues la historia como decíamos va saltando sin que el espectador comprenda muy bien que es lo que esta viendo. La película al no ofrecernos una historia coherente se queda vacía, no ofrece nada tan solo unos chicos que cantan, bailan y demás.
 La dirección del filme es tan débil que se nos hace monótona, alargando algunas secuencias carentes de interés y no mostrando que le interese mucho el aspecto interpretativo, tan solo las diferentes coreografías de los bailes.
 En el reparto encontramos un puñado de jóvenes promesas que son las que llevan el peso del filme, coralmente, secundados por algunos rostros conocidos que en esta nueva versión no tienen ningún peso especifico en el argumento, como ocurría en la primera, entre ellos vemos a Charles S. Dutton, Kelsey Grammer o Bebe Neuwirth y un par de apariciones de Debbie Allen, una de las protagonistas de la versión de 1980 que aparece en un par de ocasiones pero que el guión no deja muy claro que hace en el filme.