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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hay historias cuyos temas son universales, como el amor, la amistad, etc. y costumbres que también lo son, pero difieren del lugar en el que se producen.
Por ejemplo, elecciones políticas las hay en todos los países democráticos, que no tienen una dictadura, que son libres los ciudadanos y pueden elegir a sus dirigentes, pero en cada uno de ellos pueden ser diferentes, según las costumbres o las leyes que imperen en esos momentos, se vota de una manera distinta, o las campañas difieren entre unas y otras.
Algo de ello ocurre con esta película cuyo argumento se centra en una campaña sobre unas próximas elecciones en Norteamérica, en la que se trata de elegir a un alcalde del pequeño pueblo (ficticio) de Deerlaken, en Wisconsin.
La acción se sitúa en noviembre de 2016 con las pasadas elecciones a la presidencia entre Donald Tramp y Hilary Clinton aún recientes, aunque nada tienen que ver con lo que se nos cuenta.
Durante los créditos vemos imágenes de algunos de los últimos presidentes de Estados Unidos, varias de ellas en blanco y negro.
Gary Zimmer es un asesor político del partido democrático al que se le encarga llevar la campaña política de la elección de un nuevo alcalde de un partido político distinto al del actual, el republicano Braun, y para ello elige a Jack Hasting, un coronel retirado al que un día ve en la televisión enfrentarse a él con unas ideas muy democráticas y se marcha para entrevistarlo y procurar convencerlo.
Aunque primero se niega después accede con la condición de que se encargue entre tanto de su granja.
La estrategia demócrata que le plantea le ayuda al veterano militar retirado a postularse a la alcaldía de esa pequeña localidad conservadora del medio oeste norteamericano.
Los métodos que utilizan, tanto Gary como Faith Brewster, la mujer que lleva la campaña del rival, suelen ser los habituales, cayendo en algunos clichés, a veces en la caricatura, como por ejemplo usar las malas artes para sacar los trapos sucios del contrario sin escrúpulos para que si no puede ganar más votos para su candidato, al menos que no los consiga su oponente, cuyo enfrentamiento transciende a nivel nacional.
La historia es simple, no tiene secretos pero se hace un poco monótona y repetitiva, llevada de forma bastante plana y sin mucha emoción en ningún momento de su desarrollo y si pretende hacer alguna crítica de la política norteamericana y de sus líderes, queda muy diluida, ya que en definitiva de lo que se trata ocultamente es del dinero.
En los metros finales se produce algún giro inimaginado que puede sorprender al espectador, al saberse algo más a cerca de alguno de los personajes en relación con los protagonistas.
En el papel principal de este relato tenemos a Steve Carell un actor al que con frecuencia lo vemos en papeles cómicos, mientras que aquí no es que su personaje sea muy dramático, pero tiene poco de cómico para tratarse de una comedia más o menos amable, aunque no es la primera vez que interpreta un cometido serio.
A su lado encontramos al oscarizado Chris Cooper en el papel de Jack Hasting.
Jon Stewart es un conocido presentador y cómico de la televisión americana y un veterano que ha probado distintas facetas del cine ya que comenzó como director de fotografía, actuó como actor, ejerció de productor y últimamente le dio también por dirigir sus propios guiones y que hace con 'Un plan irresistible' (2020) el segundo título que escribe y dirige, notándosele la falta de experiencia en cuanto al ritmo que le ha imprimido a esta comedia en la que hace una radiografía de la política norteamericana y del poder manipulador de los medios de comunicación.
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