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CRITICA
Por: PACO CASADO
A los que nos gusta el cine del Oeste, género que para algunos ha muerto, aún nos queda la esperanza puesta en Clint Eastwood o en Kevin Costner, ya que ambos están empeñados en demostrar lo contrario, que aún sigue vivo y pudiendo ofrecer obras tan hermosas como ésta, con una clásica historia de siempre.
Es la relación de dos hombres, Jefe, un vaquero de oscuro y tortuoso pasado, y Charley, un pistolero que trata de olvidar su vida anterior a la que se vio obligado por las circunstancias, que quiere sentar la cabeza y construir un hogar, dejar de cabalgar por las praderas conduciendo ganado, soportando las inclemencias del tiempo y durmiendo al raso bajo las estrellas.
En su caminar, junto al pequeño Button y al grandullón Mose, llegan a un pueblo dominado por un cacique y el corrupto sheriff Baxter, donde tendrán que enfrentarse a ellos tras ser provocados, y también conocerán a la encantadora Sue Barlow.
Costner no inventa nada, nos cuenta una historia de siempre del Oeste, de personajes y sentimientos, pero da ocasión a demostrar que sabe construir un western con una narración templada en la primera parte, con la relación humana de estos cuatro hombres, como en la más épica y violenta del largo, magnífico y realista duelo final.
El estupendo guion nos da la imagen clásica del jinete solitario, sin nada aparte de su caballo y su revólver, que adquiere una dimensión profunda en unos personajes austeros, de enigmáticos pasados que nadie sabe cómo han llegado hasta allí, que nada conoce el uno del otro a pesar de una década cabalgando juntos y de muchas horas con el silencio como compañero de viaje. Un dúo de antihéroes que solo desean acabar sus vidas en paz.
Sirve también para que Robert Duvall nos ofrezca una de las mejores interpretaciones de su carrera, en un personaje con la sabiduría que le dan los años, que Kevin Costner esté magnífico en su papel de hombre duro, que huye de su turbulento pasado, que la madura y encantadora Annette Bening nos regale su espléndida hermosura en un papel alegre y vital que nos acaba conquistando y que Diego Luna encarnando al adolescente Button, no tema hacer frente a estos gigantes de la pantalla con dignidad y a su altura.
Todo ello está envuelto en la estupenda música de Michael Kamen y la bella fotografía de James Muro.
Una ocasión única de volver a disfrutar de las extensas praderas del Oeste en pantalla grande con un buen western realizado con algo más de 20 millones de dólares de presupuesto, ganador del premio Bronze Wrangler en los Western Heritage Awards.
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