Título: |
FLOR DEL DESIERTO |
Título original: |
DESERT FLOWER |
Nacionalidad: |
ALEMANIA, AUSTRIA, INGLATERRA de 2009 |
Dirección: | SHERRY HORMAN |
Guión: | SHERRY HORMAN |
Fotografía: |
KEN KELSCH |
Música: |
MARTIN TODSHAROW |
Interpretes: |
LIYA KEBEDE, SALLY HAWKINS, TIMOTHY SPALL, JULIET STEVENSON, ANTHONY MACKIE, MEERA SYAL y CRAIG PARKINSON |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS |
Duración: |
124 MINUTOS |
Por PACO CASADO
A lo largo de la historia del cine se han llevado muchos biopics a la pantalla, unos con intenciones divulgativas, otros tratando de lanzar un mensaje, como ocurre en esta película con la vida de lo modelo somalí Waris Dirie, una chica que al cumplir los 13 años la iban a convertir en la cuarta esposa de un viejo pastor de cabras, y huyó desde el desierto a Mogadiscio.
De allí fue enviada por unos parientes a Londres y tras mucho luchar se convirtió en una guapa modelo gracias al descubrimiento de un cotizado fotógrafo, Terry Donaldson, que la convirtió en portada de las más prestigiosas revistas femeninas de modas.
Una vez llegó a la cumbre escribió su autobiografía que ocupa su vida desde la sequedad del desierto hasta la luminosidad y el lujo de las pasarelas de la moda, libro del que se han vendido más de once millones de ejemplares en el que está basado el film.
A partir de ahí, tras ser nombrada embajadora de las Naciones Unidas por Kofi Anan, Waris se dedicó a proclamar la injusticia cometida con millones de mujeres en el mundo sometidas al salvaje rito de la ablación del clítoris, aberración a la que ella misma también fue obligada cuando tenía cinco años.
Se ha logrado ya que en algunos países haya sido prohibida ya que "la mutilación genital femenina no tiene nada que ver con la tradición, la cultura o la religión", según Waris, pero aún se sigue practicando no sólo en lugares más o menos salvajes de África sino incluso en la moderna y civilizada Norteamérica.
La directora neoyorquina afincada en Alemania, Sherry Horman, plantea la cinta de una forma un poco plana, con algunos baches de ritmo, con un tono casi de documental, sin mucha fuerza, y únicamente en algunos momentos acude al drama para sacudir las conciencias, como por ejemplo en la dura escena de la ablación a la niña de tres años que llega a lo más hondo de nuestro ser.
El guión da un toque al problema de la inmigración ilegal y deja traslucir un cierto hálito de esperanza sobre el tema central.
Entre los actores destaca la humanidad de Timothy Spall en la incorporación del fotógrafo que la descubre, la gran belleza de Liya Kebede que hace de Waris Dirie, la simpatía de Sally Hawkins como su amiga Marilyn que le da cobijo cuando llega a Londres y de Juliet Stevenson como la directora de la agencia de modelos.
Tras pasar desapercibida por la Mostra de cine de Venecia 2009, consiguió el premio del público en el Festival de San Sebastián 2009 a la mejor película europea del certamen.