Por  PACO CASADO

 Tras pasar totalmente desapercibida por el Festival de Berlín 2008, después de haber tenido problemas al sufrir varios montajes, llega con retraso a las carteleras españolas este drama de familia de clase media, que más bien parecería un telefilm de no ser por el reparto de lujo de que dispone.
 Dennis Lee es un cortometrajista, ganador de un Oscar por su corto Jesús Henry Christ, que debuta como guionista y director de un largometraje con estas Luciérnagas en el jardín, que está basada en un poema de Robert Frost.
 Tras tener problemas para sacar el proyecto adelante fue Julia Roberts la que se interesó en esta dramática historia y gracias a ella consiguió financiación para poderlo realizar.
 Charles Taylor es un padre autoritario y severo, a veces hasta cruel con sus hijos, lo que ha provocado que Michael, el mayor, esté distanciado y no tenga muy buenas relaciones con su progenitor.
 A la muerte de Lisa, su madre, Michael acude al entierro y de camino reanuda su relación con su hermana Ryne y con su tía, saliendo durante esos días a relucir los recuerdos, los traumas familiares, la incomunicación, los problemas del pasado, reabriéndose viejas heridas y haciendo aparición el dolor por la pérdida de su ser más querido, que lograba mantener el equilibrio entre los componentes de la familia.
 Esta historia está contada en varios planos de edades a través de un confuso guión, en el que cuesta trabajo hacerse con los distintos elementos familiares y las relaciones entre ellos lo que se complica con el añadido de algunos flash-backs para contar hechos pretéritos.
 Esto hace que no se profundice mucho en la convivencia padre-hijo que podía ser el eje fundamental del ambicioso relato de múltiples capas, dispersándose en otras cosas menos importantes, confundiendo sensibilidad con sentimentalismo y cayendo en algún que otro tópico, previsible por otra parte.
 No cabe duda que para ser un debutante en la dirección a Dennis Lee el proyecto le resulta grande, demasiado ambicioso, y si a ello se le añade el confuso guión y los problemas surgido en los varios montajes, el resultado no podía ser muy brillante, lo que provocó que no se estrenara en salas en Estados Unidos.
 Si algo se salva es el buen reparto de actores que componen esta familia desestructurada entre cuyos miembros se han sembrado semillas de rencores, odios y desencuentros que han desembocado finalmente en tragedia, pero sin que en ningún momento llegue a emocionarnos, por falta de densidad en el tratamiento del tema.