Título:	CIUDAD DE VIDA Y MUERTE
Tit. Orig.:	NANJING! NANJING!
Nacionalidad:	CHINA, HONG KONG, 2009
Dirección:	LU CHUANG
Guión:	LU CHUANG
Fotografía:	CAO YU en Blanco y Negro
Música	LIU TONG
Interpretes:	LIU YE, GAO YUANYUAN, NAKAIZUMI HIDEO, FAN WEI, JIANG YIYAN, KOHATA RYU y LIU BIN
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORS DE 16 AÑOS
Duración:	135 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

 Tras pasar por el Golden Horse Festival 2009 donde ganó el Caballo de oro a la mejor fotografía y el de San Sebastián 2009 en el que se hizo con la Concha de Oro a la mejor película y el premio a la fotografía, llega a las salas este tercer film del joven y controvertido director chino Lu Chuan, que se ha convertido en toda una promesa del cine de su país.
 Lo que cuenta esta cinta es la matanza de más de 300.000 chinos y unas 20.000 mujeres violadas, durante la invasión japonesa en diciembre de 1937, ocupación que duró hasta febrero de 1938, durante la Segunda guerra chino-japonesa, que es conocida como la matanza de Nanking, en la que curiosamente tuvo un papel positivamente destacado el nazi alemán John Rabec, presidente del comité internacional de la Zona de Seguridad, y su secretario el señor Tang que salvaron miles de vidas, como también hizo lo propio el soldado Kadokawa, al ver la indigna masacre que llevaron a cabo sus compatriotas y no hizo más por no enfrentarse a sus jefes superiores.
 Ninguno de los dos países habían llevado nunca esta historia a las pantallas y a Lu Chuan se le ocurrió la idea cuando en 2007 se cumplió el 70 aniversario y ambas naciones determinaron constituir una comisión para consensuar lo ocurrido, aunque Japón nunca pidió perdón por las atrocidades cometidas.
 A Chuan le costó varios años de trabajo y muchas dificultades poner en pie esta película que tal vez por la controversia levantada en su estreno, de si era justa o no la versión ofrecida, terminó siendo un éxito con más de 20 millones de dólares tan solo en las tres primeras semanas.
 El guión muestra durante los 45 primeros minutos lo que fue la invasión, todo el aparato bélico de destrucción y muerte. Lo que sigue a continuación son los fusilamientos masivos, entre otros lugares a orillas del río Yang-Tsé, las violaciones de mujeres y las varias historias de algunas personas destacadas, como las mencionadas con anterioridad, que vivieron el horror y la muerte muy cerca de ellas, incluso de algunos de sus seres queridos.
 El epílogo final lo constituye la celebración de la victoria, y la muerte de algunos de los protagonistas, que llegan a pronunciar frases como la del soldado Kadokawa: "Al final vivir se hará más difícil que morir", lo que refleja de forma fehaciente lo que fue aquel infierno de crueldad y muerte, en el que la violencia convirtió a las personas en unos asesinos, que no tuvieron en cuenta los derechos humanos en ningún caso.
 El film está rodado con un gran realismo, con un estilo al gusto occidental para divulgar este relato de la historia de China, llevado a cabo con una estupenda fotografía en blanco y negro, justamente premiada, para darle más realismo a la miseria vivida por aquellas personas sumergidas en el miedo por la falta del más mínimo respeto a la dignidad de los seres humanos, ni siquiera de los más indefensos como las mujeres o los niños.
 La cinta no se detiene únicamente en las pequeñas historias de estos nombres destacados, sino que a Chuan le interesa la visión de conjunto de los atroces y desoladores crímenes cometidos por los invasores.
 No cede ni un ápice al sentimentalismo expresando con el máximo realismo posible unos sucesos en los que no tenían ningún valor la vida, ni la dignidad humana.
 Película que supone una gran denuncia de aquellos sangrientos acontecimientos históricos para que no se vuelvan a repetir nunca más.