Título: | UN CIUDADANO EJEMPLAR | |
Tit. Orig.: |
LAW ABIDING CITIZEN | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2009 | |
Dirección: | F. GARY GRAY | |
Guión: | KURT WIMMER | |
Fotografía: | JONATHAN SELA | |
Música | BRIAN TYLER | |
Interpretes: | GERARD BUTLER, JAMIE FOXX, LESLIE BIBB, BRUCE McGILL, COLM MEANEY, VIOLA DAVIS, MICHAEL IRBY, REGINA HALL y GREGORY ITZIN | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORS DE 16 AÑOS | |
Duración: | 108 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El cine americano nos ha ofrecido muchas películas sobre el funcionamiento de la justicia y personajes que se la toman por su mano en vista de que, a veces, no funciona debidamente.
Así podríamos citar la serie de títulos que interpretó Charles Bronson que arrancó con "El justiciero de la ciudad" al que siguieron varios más.
La fórmula ya estaba descubierta y hasta sus variantes, con algunas políticamente correctas y otras no tanto, por lo que la originalidad en este sentido era difícil de encontrar.
No obstante el guionista Kurt Wimmer lo ha intentado, aunque con reparos. Ha querido lograr el más difícil todavía, dándole una vuelta de tuerca más al esquema aunque resulte un tanto maniqueo y tan inverosímil como cualquier historia de ciencia ficción.
Clyde Shelton es un inteligente ingeniero, que vive feliz con su esposa y una hija pequeña. Dos individuos las matan y violan. Mediante un pacto uno de ellos es ajusticiado y el otro queda en libertad. Diez años después Clyde comenzará a tomarse la justicia por su mano liquidando a todos aquellos que tuvieron algo que ver. Tras matar al que quedó en libertad se declara culpable y es ingresado en prisión desde donde llevará a cabo todo su plan.
El problema está en cómo realizarlo estando entre rejas y al mismo tiempo que sea creíble para el espectador.
En el guión hay cosas que pueden ser realidad, otras bastante increíbles y algunas imposibles, pero si nos dejamos llevar y entramos en el juego, resulta una trama entretenida, con cierto suspense, que despierta el interés, aunque hay hechos muy convencionales y cabos sueltos que no se acaban de justificar.
A lo largo de este inquietante thriller se da un toque de atención al sistema judicial y a sus fallos, que hacen que se cometan injusticias, porque los hechos hay que probarlos.
A veces la burocracia hace que no se cumpla la ley debidamente y esto puede cambiar la vida a un hombre que llega hasta al crimen para hacer justicia.
Se dosifican el suspense y las sorpresas en el desarrollo del argumento. Clyde se venga aplicando la ley del Talión, de ojo por ojo, diente por diente, mientras que Nick, el fiscal, es estricto, intachable, cumple la ley, pero acaba usando sus mismas armas para hacer justicia, resultando finalmente poco ortodoxo.
El director de thryllers interesantes como "Negociador" (1998) y "The Italian job" (2003), crea una atmósfera asfixiante, con escenas de una gran dureza y violencia desde el inicio, llevando la narración a buen ritmo, en una carrera contra el reloj, sacándole provecho al guión a pesar de sus inconvenientes y desajustes, con una acertada puesta en escena.
Esto unido a la labor de los dos actores principales, Gerard Butler y Jamie Foxx, bien arropados por los secundarios, hace que sea un convencional film psicológico, ideológicamente cuestionable, que se deja ver.