Título: | MADRE AMADISIMA | |
Tit. Orig.: |
MADRE AMADISIMA | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2009 | |
Dirección: | PILAR TÁVORA | |
Guión: | SANTIAGO ESCALANTE | |
Fotografía: | MARC CUIXART | |
Música | JOSÉ MIGUEL EVORA y BORJA EVORA | |
Interpretes: | RAMÓN RIVERO, GALA EVORA, JOSÉ BURGOS, JULIO VARGAS, GLORIA DE JESÚS, DAVID VARGAS, MARIA ALFONSO ROSSO, SANTIAGO ESCALANTE y DAVID LORA | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORS DE 13 AÑOS | |
Duración: | 111 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Pilar Távora es una directora andaluza que se prodiga poco en el largometraje, como lo prueba que su filmografía está compuesta por solo tres de ellos, "Nana de espinas" (1984), "Yerma" (1999) y "Madre amadísima" (2009). Tres títulos que se basan en otras tantas obras teatrales que de alguna manera ha tratado de airear para ponerlas en imágenes para su traslado al cine, siendo la más acertada hasta el momento "Yerma", con un logro que no tenía la primera por ser su ópera prima y que tampoco posee la tercera que decae en la calidad de su texto con respecto al de Lorca y en su realización.
Esta nos cuenta la vida de Alfredito, un homosexual de 56 años, de un pueblo de la Andalucía occidental, lastrado por su pasado y la soledad en que vive en el presente. Es el cuidador de la virgen del pueblo a la que viste y adorna para la procesión anual de la misma, y mientras le confiesa sus cuitas, penas y alegrías.
A lo largo del relato da un repaso a casi sesenta años de historia, con puntazos suaves al franquismo, a la sociedad y a la iglesia que no dejaban vivir en paz, pero se divertían con sus andanzas, al "mariquita de pueblo" como lo define su directora.
Está basada en la obra teatral de Santiago Escalante quien se ha ocupado también del guión, adornándolo con constantes flash backs con referencias a su infancia, con los malos tratos de su padre, cuando no estaba ausente, que ejercía la violencia de género con su madre, sus amores de adolescente con Javi, el hijo del alcalde del pueblo, con quien descubre el sexo, sus andanzas en la mili y la relación con su abuela y con su madre, a las que ama con locura, y en la que se refugiaba de su padre o de su miedo a las tormentas.
Él ve en la virgen a otra madre amadísima como la suya, con la que tiene confianza para contarle su vida, aunque no en la iglesia que un día le traicionó en el secreto de confesión, ni en la sociedad, que le desprecia y aparta, sumiéndolo en la más triste soledad con la única compañía de sus dolorosos recuerdos.
No dejan de ser interesantes todos los temas que toca: la doble moral, el maltrato infantil, la violencia de género, la religión, la homosexualidad, el ejército, pero el problema está en cómo se le ofrece al espectador desde una pantalla.
Hay un exceso de voz en off que lastra a veces el relato, demasiado amaneramiento en los actores que parecen amateurs, el guión es una sucesión de hechos encadenados por la confesión del protagonista que resultan inconexos, desordenados y en ocasiones con cierto tufo teatral, no hay evolución social, ni tampoco en el transcurso del tiempo en los personajes que a veces no se identifican al hacerse mayores y el final resulta alargado cuando tiene varias ocasiones de terminar con acierto mucho antes. Esto hace que le sobre metraje ya que se hace repetitivo en algunas escenas que se podían haber suprimido.
Se agradece el esfuerzo de Pilar Távora por hacer un cine eminentemente andaluz, pero el resultado está lejos del deseado.