Título: | LEGIÓN | |
Tit. Orig.: |
LEGIÓN | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2010 | |
Dirección: | SCOTT STEWART | |
Guión: | SCOTT STEWART y PETER SCHINK | |
Fotografía: | JOHN LINDLEY | |
Música | JOHN FRIZZELL | |
Interpretes: | PAUL BETTANY, DENNIS QUAID, LUCAS BLACK, TYRESE GIBSON, ADRIANNE PALICKI, CHARLES S. DUTTON, JON TENNEY, KEVIN DURAND, WILLA HOLLAND y KATE WALSH | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORS DE 16 AÑOS | |
Duración: | 104 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Hasta ahora habíamos visto películas de ciencia ficción, de política ficción, de ficción dramática o cómica, pero nunca habíamos visto, que recordemos, que la teología se metiera por medio en un relato cinematográfico.
En esta historia es tan demencial lo que se nos cuenta que resulta increíble. Se dice que Dios está harto de los hombres y como en su día mandó un diluvio ahora envía a una legión de ángeles para exterminarlos. El arcángel San Miguel se opone a ello y baja a la Tierra en su defensa, mientras que el arcángel San Gabriel trata de cumplir el mandato divino.
El nacimiento del bebé de Charlie, una camarera de un bar de carretera, hará que se pueda salvar la Humanidad.
No se puede idear una narración más demencial, más sin sentido y con menos base teológica, puesto que si Dios es el poder Supremo no necesita de los ángeles para llevar a cabo sus designios, y si éstos son espíritus buenos no deben ser los encargados de cumplir semejante misión, para qué si no están los demonios.
Por otra parte, algunas preguntas se nos vienen a la mente, como por ejemplo, cuál es el motivo por el que hay que salvar al bebé, o qué es lo que convierte en zombies a los humanos con deseos irrefrenables de matar a sus semejantes.
Todo ello no es más que una débil excusa para hacer un film de acción apocalíptica bastante cortito de miras, que copia de aquí y de allá de anteriores títulos del género de terror, que se desarrolla casi todo en el mencionado bar de carretera con la consiguiente claustrofobia y el abaratamiento de costo en lo referente a escenarios.
Lo más positivo de esta ridícula cinta, con aspecto de serie B, es la fe y la esperanza en el ser humano que sigue teniendo el arcángel San Miguel.
El esfuerzo interpretativo de Paul Bettany y Dennis Quaid y los cutres efectos especiales, posiblemente debido a un escaso presupuesto, no salvan esta anodina producción.
Scott Stewart no se complica en su debut a la hora de la puesta en escena de un guión que pretende ser original y que produce un efecto tan contrario, logrando los mejores momentos cuando se está a la espera de que lleguen las secuencias de acción, frente a las más espectaculares como la que sucede en la pelea final en la que los dos contendientes tienen armas tan desiguales.