Título: |
VACACIONES DE FERRAGOSTO |
Título original: |
PRANZO DI FERRAGOSTO |
Nacionalidad: |
ITALIA de 2008 |
Dirección: | GIANNI Di GREGORIO |
Guión: | SIMONE RICCARDINI |
Fotografía: |
GIAN ENRICO BIANCHI |
Música: |
RATCHEV & CARRATELLO |
Interpretes: |
GIANNI Di GREGORIO, VALERIA DE FRANCISCIS, MARINA CAECIOTTI, MARIA CALI, GRAZIA CESARINI SFORZA y ALFONSO SANTAGATA |
Censura: |
AUTORIZADA PARA TODOS LOS PUBLICOS |
Duración: |
75 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Tras el movimiento neorrealista, en Italia salió un buen número de directores que demostraron posteriormente ser grandes maestros en la observación de lo que ocurría a su alrededor, unos en tono dramático, otros en el género de la comedia, pero casi todos depositaban verdad en sus imágenes.
De un tiempo a esta parte pocas películas nos llegan del país de la bota y no todas alcanzan aquellas cotas, pero de vez en cuando surge alguna que llama la atención como es el caso de este pequeño film que tiene mucho de aquel movimiento.
Gianni es un romano sesentón, que vive en el Trastévere con su madre viuda, trampeando con la picaresca para sobrevivir, sin dar golpe y sin buscar trabajo. Así debe el alquiler de la vivienda, la luz, el agua. En el ferragosto italiano, el administrador le propone cambiar su deuda por quedarse con su madre por un día. Pero se presenta además con su tía, y también el médico amigo le pide lo mismo de su madre por estar de guardia.
Se encuentra así con cuatro ancianas que han superado de sobra la barrera de los 80 y alguna hasta los 90, que necesitan alimentos y medicamentos diferentes y todo está cerrado en Roma durante el puente.
Gianni di Gregorio, coguionista de Gomorra y ayudante de dirección de Mateo Garrone, debuta detrás y delante de la cámara en esta miniatura que hace un retrato de la tercera edad, de lo posesivas y egoístas que se vuelven las personas a esas edades, de la vitalidad que a veces tienen, mientras otras son vulnerables, teniendo miedo a la soledad que les sume en la tristeza cuando se ven carentes de afecto en ese momento crepuscular de sus vidas.
Mateo Garrone le ha producido la cinta, por la que nadie daba nada, y sin embargo ha sido un gran éxito de crítica y público en Italia y ganado tres premios en la Mostra de Venecia y en otros festivales.
Se basa en una anécdota personal del director que quiso saber qué hubiera pasado si llega a quedarse con la madre del administrador. A raíz de ahí se inventa la historia en la que las cuatro actrices no profesionales han puesto su personalidad y han colaborado aportando los diálogos ya que él les sugería la escena y las dejaba actuar siguiéndolas con la cámara a mano. Eso le dio más veracidad y espontaneidad al relato, que se rodó en su propia casa, convertida en geriátrico ocasional, situada en el barrio donde nació.
Cine honesto, comedia de situación, realista, de una gran simpleza en la realización y puesta en imagen lo que se nota en cada plano, por su realismo costumbrista, pero intrascendente y casi sin historia.
Interpretada con convicción, de tono amable, se deja ver bien y al mismo tiempo hace pensar sobre una sociedad egoísta a la que por lo general le estorban los viejos.