Título: | VINCERE | |
Tit. Orig.: |
VINCERE | |
Nacionalidad: | ITALIA, FRANCIA, 2009 | |
Dirección: | MARCO BELLOCCHIO | |
Guión: | DANIELA CASSELLI y MARCO BELLOCCHIO | |
Fotografía: | DANIELE CRIPRI | |
Música | CARLO CRIVALLI | |
Interpretes: | GIOVANNA MEZZOGIORNO, FILIPPO TIMI, CORRADO INVERNIZZI, FAUSTO RUSSO ALESI, MICHELA CESCON, PIER GIORGIO BELLOCCHIO y SIMONA NOBILI | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: | 122 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Tras pasar por varios festivales, entre ellos Cannes y Chicago en 2009, nos llega esta obra de Marco Bellocchio director que desde casi el inicio de su filmografía comienza en 1965, a hacer cine político, recorriendo la historia de Italia.
En esta ocasión le toca a la figura de Benito Mussolini, el hombre que llegó a ser el presidente más joven de ese país, pero vista a través de los ojos de su primera amante, Ida Dalser, una mujer enamora, que vio en él a un idealista capaz de salvar al proletariado, para lo que incluso vendió todo lo que tenía para que creara su periódico, Il diario del Popolo. Tras casarse con ella y tener un hijo, Benito Albino Mussolini, la repudia, hace desaparecer los documentos de su casamiento y la abandona, para terminar contrayendo nuevo matrimonio con Rachele Guide con la que tuvo cuatro hijos.
Ida Dalser se empeña en pregonar que es la mujer del Duce lo que le sirve a los médicos para declararla demente e internarla en casas de salud, hospitales y manicomios, dándola por loca.
El guión, como se apunta, es el drama de esta madre a la que le han quitado a su hijo y todo el calvario en que se convierte su vida desde ese momento. Y de fondo la historia, la revolución en Rusia, la Primera guerra mundial y todos los movimientos políticos que lleva a cabo su marido, tras pasar por el partido socialista, convertirse en el líder de los camisas negras, el fascismo y la presidencia del gobierno.
Entre tanto se transforma en un hombre sin sentimientos ni humanidad, sin que podamos llegar a entender el ostracismo y la crueldad para con la mujer que lo dio todo y le ayudó a llegar al poder, y tampoco muestra algo de cariño hacia su propio hijo.
En la primera parte, más centrada en la política, hay algunos huecos en la historia, mientras que en la segunda se fija más en el drama de la protagonista y su deambular por los sanatorios, entre locas, monjas y enfermeras, hasta el punto que a veces parece una película de terror, perdiendo fuerza en el tramo final demasiado academicista.
Para la mitad inicial emplea documentales de la época e incluso films de ficción que recogían la sociedad de esos años, la guerra, cuyas imágenes fusiona bien con la recreación de los hechos, adoptando la fotografía para ello colores desvaídos y tonos oscuros, para que no se note mucho la mezcla con el blanco y negro.
Hay una escena de gran fuerza en la que se proyecta en uno de los sanatorios El chico, de Charles Chaplin, mientras ella ve en la pantalla su propio drama y se le caen dos hermosas lágrimas.
En este aspecto es excelente el trabajo dramático que hace Giovanna Mezzogiorno, mejor que Filippo Timi en el papel de Mussolini, al que no se le parece físicamente, y posteriormente, en los metros finales encarnando también a su hijo, ya de mayor, que terminó demente como su madre.
La cinta está arropada por una poderosa y rimbombante partitura musical de Carlo Crivelli, apropiada para resaltar algunas imágenes brillantes de la vida del dictador, con aspectos operísticos en ocasiones, pero excesiva al conservar ese tono cuando se trata del drama de la madre protagonista.
Hay un cierto desequilibrio entre las dos partes de la película que resultan unidas por la política, de fondo en todo momento.
Ganó el Globo de oro a la mejor actriz y a la fotografía y cuatro Nastri d'argento, todos en 2009.