Título: | SCAR | |
Tit. Orig.: |
SCAR | |
Nacionalidad: | CANADÁ, 2007 | |
Dirección: | JED WEINTROB | |
Guión: | ZACK FORD | |
Fotografía: | TOSHIAKI OZAWA | |
Música | ROGER NEILL | |
Interpretes: | ANGELA BETTIS, KIRBY BLISS BLANTON, DEVON GRAYE, BEN COTTON, CHRISTOPHER TITUS, AL SAPIENZA y BILL BAKSA | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: | 84 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El abuso de las 3D va a ocasionar que pronto se acabe con la gallina de los huevos de oro, ya que cualquier película, por aquello de cobrar más cara la entrada, la vierten en postproducción a este sistema, le venga bien al argumento o no, justificándose con apenas cuatro escenas en las que nos tiran algún objeto a la cara o cosa similar.
Esta "Scar" que comentamos es un viejo film de hace tres años de cuando aún no se había puesto en funcionamiento el sistema.
No es más que una mala cinta de terror en la que impera el sadismo y la tortura, como ya ocurría en la serie "Saw", "Hostel" y otros títulos similares de este género.
Joan Burrows cuando era joven escapó de un sádico asesino que atrapaba a sus víctimas, siempre mujeres, de dos en dos y las torturaba hasta que les pidieran que matara a su amiga.
Al cabo del tiempo vuelve al pueblecito de Colorado donde sucedió aquello, a la casa de su hermano, viudo, policía del lugar, junto a su sobrina Olympia, cuando comienzan a sucederse los asesinatos y desapariciones con las características de entonces con lo que la historia se puede volver a repetir.
En su mente han quedado grabadas las horripilantes escenas vividas que son recordadas a cada instante para atormentar al espectador en sucesivos flash backs.
El argumento es inane, con una pobre historia, casi inexistente porque todo se vuelve un escaparate de sangre y sadismo por doquier lleno de lugares comunes terroríficos y donde al final se saca al asesino de la manga, siendo el más ingenuo del lugar y el que menos lo aparenta.
En lo cinematográfico deja mucho que desear ya que no hay nunca suspense, sino dolor en cada fotograma por mucho relieve que se quiera dar con las 3D con tantos tópicos de terror, bastante desagradables, cuando no repugnantes.
El guión es malo y confuso ya que la mayoría de las veces no justifica las muertes ni quien las comete, abriendo vías falsas que finalmente no se cierran.
La puesta en escena de Jed Weintrob no puede ser más mecánica y funcional, típica de las películas de bajo coste, sin imaginación en ningún momento.
Los actores apenas son conocidos y manifiestan bastantes carencias, con un reparto poco atractivo, con personajes esquemáticos que no hay por donde cogerlos.
No vayan a verla sin tienen un estómago sensible o no quieran pasar un muy mal rato.