Título: | JUGADA PERFECTA | |
Tit. Orig.: |
JUST WRIGHT | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2010 | |
Dirección: | SANAA HAMRI | |
Guión: | MICHAEL ELLIOT | |
Fotografía: | TERRY STACEY | |
Música | ROSEY | |
Interpretes: | QUEEN LATIFAH, COMMON, PAULA PATTON, PAM GRIER, MICHAEL LANDES y MEHCAD BROOKS | |
Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 100 MINUTOS |
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Por JOSÉ MONTESINOS
Es muy frecuente que el cine americano recurra al mundo deportivo como reclamo para determinados guiones. Normalmente suelen fijarse con mayor asiduidad en el baloncesto, deporte predominante en los Estados Unidos.
También los estudios suelen recurrir a dicho deporte para compatibilizarlo con el género de las comedias románticas, predominantemente, ya que suelen ser productos que salen adelante con presupuestos más que moderados o bajos.
La última película que conjuga ambos temas es esta “Jugada perfecta”, donde una estrella de la NBA sufre un percance grave en la cancha y reclama los servicios de una chica a la que había conocido previamente, fisioterapeuta de profesión, para que le ayude a recuperarse.
Con estas tres breves líneas ya les hemos resumido todo el argumento pues lo que adereza a lo aquí narrado es la típica historia de amor que surge entre los protagonistas y el ser o no ser de dicha relación con algunos componentes extras de sobra conocidos por todos.
Lo que Michael Elliot, guionista, nos cuenta ya lo hemos visto mil veces en la pantalla grande, puesto que utiliza todos los tópicos del genero, habidos y por haber, para montar una historia que nos suena a conocida.
Ante un guión tan endeble y previsible, en el que el espectador va adivinando absolutamente todo antes de que suceda, poco más tenemos que decir.
La dirección recae en la desconocida Sanaa Hamri, la cual capea como puede el temporal, saliéndole una película muy discreta donde todo está predispuesto de antemano.
Queen Latifah es la principal protagonista de la historia seguida por Common, ellos son los que llevan las riendas de un filme que termina como empieza, sin sorpresas de ningún estilo y donde la única sensación que tenemos es la de haber perdido el tiempo con una película reiterativa.