Título: | UN JUEGO DE INTELIGENCIA | |
Tit. Orig.: |
DEIN FERNSEHER LÜGHT | |
Nacionalidad: | ALEMANIA, 2007 | |
Dirección: | HANS WEINGARTNER | |
Guión: | HANS WEINGARTNER y KATHARINA HELD | |
Fotografía: | CHRISTINE A. MAIER | |
Música | ADEM ILHAM y ANDREAS WODRASCHKE | |
Interpretes: | MORITZ BLEIBTREU, BERNARD MENEZ, DANIEL CECCALDI, CLAUDE BARROIS, FRIQUETTE THEVÉNET, BRIGITTE GRUEL, JEANNE MAUD, CHANTAL PASQUET y ELISA SERVIER | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: | 124 MINUTOS |
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Por JOSÉ MONTESINOS
El mundo de la televisión ha sido llevado a la pantalla grande en innumerables ocasiones, con desiguales resultados, lo que nos propone ahora el cineasta Hans Weingartner en su nueva cinta es una feroz critica hacia el consumismo masivo de determinados productos televisivos, así como de los denominados “programas basura”, que tan de moda está hoy en día.
El protagonista es un productor televisivo de éxito que lo ha conseguido todo a base de hacer programas vulgares pero que enganchan al público, adicto a las drogas y al alcohol, un día tiene un accidente de tráfico el cual lo pondrá al borde de la muerte. Una vez recuperado y en compañía de la chica que viajaba en el otro automóvil hará un repaso a lo que ha sido su anterior vida, intentando cambiar y así produce un programa cultural que no consigue el favor del público y este decide dejarlo todo e investigar sobre los índices de audiencia y la compañía que los suministra.
Junto a una serie de gente pondrá en marcha un revolucionario método para desviar la señal de los sintonizadores que miden la audiencia de los programas, reprogramándolos ellos mismos y haciendo que los programas culturales y divulgativos ganen, a partir de ese momento, a los vulgares y chabacanos.
Como se puede apreciar, el argumento del filme es una critica total y feroz hacia un modelo de televisión al que nos han acostumbrado, así los guionistas, nos proponen una historia totalmente diferente donde se apunta como es el mundo televisivo por dentro y los intereses que priman a los ejecutivos de las cadenas, productores, etc…
El argumento posee una base sólida, aunque con un comienzo algo confuso, poco a poco va entrando en materia y va haciendo que el espectador se interese por lo que cuenta, dejando eso si, algún que otro cabo suelto y con algunos momentos prescindibles, pero teniendo un acertado tono critico y convincente.
En el terreno directivo, Hans Weingartner hace con éste su tercer largometraje tras “El sonido blanco” (2001), que no llegó a nuestras pantallas y “Los edukadores” (2005) que sí lo hizo pero con una desigual suerte.
Ahora vuelve ha apostar por un tema denuncia ofreciendo un relato correcto, quizás algo largo, para la historia en sí pero mostrando capacidad para sacar adelante el filme y hacer a la vez que el espectador se pueda identificar con la historia que cuenta.
El principal protagonista es Moritz Bleibtreu, quizá uno de los rostros más populares del cine germano fuera de sus fronteras, llevando acertadamente las riendas de su personaje, quizá algo exagerado en el comienzo de la proyección pero sacando buena nota en el resto.
A éste le sigue un reparto de desconocidos por estos lares, que se comportan bien ante la cámara, dan el tipo y saben sacar adelante, sin problema alguno, sus respectivos cometidos.