Título: | LOS SEDUCTORES | |
Tit. Orig.: |
L'ARNACOEUR | |
Nacionalidad: | FRANCIA, 2010 | |
Dirección: | PASCAL CHAUMEILL | |
Guión: | LAURENT ZEITOUN, JEREMY DONER y YOHAN GROMB | |
Fotografía: | THIERRY ARBOGAST | |
Música | KLAUS BADELT | |
Interpretes: | ROMAIN DURIS, VANESSA PARADIS, JULIE FERRIER, FRANÇOIS DAMIENS, HÉLÉNA NOGUERRA, ANDREW LINCOLN y JACQUES FRANTZ | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 105 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El cine francés en este caso, parece que trata de inspirarse en las características propias de las comedias románticas norteamericanas a la hora de hacer esta historia llevada a la pantalla por Pascal Chaumeill, nuevo realizador que debuta en la dirección de un largometraje, con un guión que ha necesitado a tres guionista para confeccionarlo.
La película ha dado en el clavo de lo comercial, ya que ha sido un éxito en Francia, con más de cuatro millones de espectadores que han superado los 50 millones de euros en la taquilla.
Alex Lippi es un seductor profesional que ha montado una empresa, en compañía de su hermana y de su cuñado, que son contratados para romper relaciones de parejas.
Tienen con norma no cumplir el contrato si descubren que hay un amor verdadero, si están realmente enamorados y Alex nunca se tiene que enamorar de la chica.
El guión cuenta una historia que puede suceder en cualquier parte del mundo y a todo tipo de parejas, ya que el amor es algo universal, que llega sin esperarlo, que puede hacer felices a ambos componentes aunque también sucede lo contrario a veces, o que haya un tercero que esté interesado en que no se lleve a cabo el matrimonio y entonces ahí están ellos.
Resulta así una comedia simpática, llena de tópicos, de estereotipos, de recursos románticos fáciles y situaciones previsibles, con un final que se ve venir desde el primer momento en que se plantea el caso central del argumento, que es que en diez días Juliette van der Becq no se case con su millonario prometido.
La dirección del novato Pascal Chaumeill, lastrada por cierto desequilibrio, resulta desigual, falta de ritmo en algunos momentos y sin la agilidad de la comedia americana clásica a la que ha querido imitar, aunque logre gags graciosos, situaciones divertidas, en contraposición a otras más tiernos, sin caer nunca en lo grotesco, ni en la grosería.
No extraña que el cine de Hollywood esté preparando su remake.
A pesar de lo ambicioso del proyecto no decepciona, ya que va destinado al gran público, especialmente el femenino, y en este sentido da lo que promete. Está realizada con cierta elegancia pero es igualmente fácil de olvidar.
Todo el peso de este film recae en la pareja protagonista, especialmente en Roman Duris que explota su físico y su pretendida vis cómica frente a Vanessa Paradis como Juliette.