Título: | EN UN MUNDO MEJOR | |
Tit. Orig.: |
HAEVNEN | |
Nacionalidad: | DINAMARCA, 2010 | |
Dirección: | SUSANNE BIER | |
Guión: | SUSANNE BIER, ANDER THOMAS JENSEN | |
Fotografía: | MORTEN SOBORG | |
Música | JOHAN SODERQVIST | |
Interpretes: | MIKAEL PERSBRANDT, TRINE DYRHOLM, ULRICH THOMSEN, MARKUS RYGAARD, WILLIAN JOHNK NIELSEN | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: | 117 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
La directora danesa Susanne Bier, de la que conocemos buena parte de su notable filmografía, comenzó a la sombra del Dogma, aunque el que practicó con Te quiero para siempre (2002) era un tanto descafeinado, porque no cumplía todas sus normas.
A ésta siguió Hermanos (2004), un drama familiar del que el cine americano hizo posteriormente un remake; continuó con Después de la boda (2006), que se vio en el festival sevillano y también en las salas comerciales. Posteriormente se marchó a Estados Unidos donde realizó su primera producción en inglés, Cosas que perdimos con el fuego (2007).
Ahora ha vuelto a su país para hacer En un mundo mejor (2010) que Dinamarca consideró para que le representara en el Oscar al mejor film de habla no inglesa, que finalmente ganó, así como el Globo de oro a la mejor película extranjera.
Antón es un médico danés que trabaja en una misión de ayuda humanitaria en un campo de refugiados, en un lugar en guerra en Africa, mientras que Marianne, su esposa, permanece sola en la cotidianeidad gris de una ciudad danesa de provincia con su hijo Elías, que sufre el acoso de sus compañeros en el colegio. Por otro lado está Claus, cuya esposa ha muerto, y su hijo Christian, apaga su dolor con la violencia y sale en defensa de su amigo Elías. Las vidas de las dos familias se cruzan y nace una extraordinaria amistad que pone sus vidas en peligro. Cuando un día Antón está de vuelta y es atacado y humillado por un matón, los niños planean su venganza, a pesar de que les hace ver que no le tiene miedo y que no se puede andar por el mundo peleando.
Los actos de los chicos traerán consecuencia casi irremediables, pero finalmente llegará la reconciliación a las dos familias.
Esta vez la directora nos sacude con temas esenciales en el complejo mundo de hoy, profundizando en la responsabilidad y lo que ésta significa al defenderse a sí mismo y a los demás.
Explora las limitaciones con las que tropezamos al intentar controlar la sociedad y nuestras vidas y nos preguntamos si la cultura es el modelo ideal para mejorar el mundo o si la falta de organización que produce la ausencia de leyes pone en peligro nuestra civilización.
Susanne Bier juega con un sólido guion, como ocurría en sus cintas anteriores y de nuevo aparecen aquí temas que ya había tratado en ellas como el dolor, la amistad, la muerte, la separación, la soledad, el sentido de culpabilidad o la necesidad de afecto por parte de estos niños a los que a uno le falta la madre, muerta de cáncer, y el otro sufre la ausencia del padre que siempre predica con el ejemplo del perdón.
La acción se desarrolla en dos mundos paralelos y diferentes, la aparente paz de una sociedad rica como la danesa y de otra pobre como la de ese país africano en guerra, pero viene a demostrar que la violencia puede producirse en cualquier lugar.
La directora maneja bien a los actores que cumplen con sus respectivos personajes, de cuyas actitudes surgen multitud de preguntas dada la complejidad del guion y la riqueza del mismo que sería interesante estudiar detenidamente.
Bier lleva hace una puesta en escena dinámica con una fotografía de calidad, como así resulta en conjunto esta notable película.
Ganó los premios a la mejor dirección y guion en el Festival de Sevilla de cine europeo.