Título: | CARACREMADA | |
Tit. Orig.: |
CARACREMADA | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2010 | |
Dirección: | LUIS GALTER | |
Guión: | LUIS GALTER | |
Fotografía: | JORDI FIGUERAS | |
Música | El tema "Balle de l'alegri" | |
Interpretes: | LLUÍS SOLER, DOMÉNEC BAUTISTA, AINA CALPE, ANDREU CARANDELL, SEBASTIÁN CABELLO, JOSÉ MIQUEL SÁNCHEZ, MARIONA PERRIER | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 96 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
La cinematografía catalana, a través de algunas de las escuelas de cine allí afincadas, nos está dando algunas muestras de lo que son capaces los alumnos que salen de sus aulas.
Afortunadamente no están en la línea del cine que hacía el ínclito Iquino, un cine comercial, barato y detestable, sino más bien en un cine experimental, en cuanto al lenguaje empleado, más bien en el camino de la antaño famosa Escuela de Barcelona.
Uno de estos jóvenes directores es Lluís Galter, nacido en Gerona en 1983, que en esta su ópera prima nos cuenta la aventura de Ramón Vila Capdevila, al que la Guardia Civil llamaba Caracremada. Está inspirada en hechos reales con algo de ficción.
En 1951 la anarcosindicalista CNT (Confederación Nacional del Trabajo de España) en el exilio, envia sus comunicados de misiones a cumplir en los bosques de los Pirineos, desde Tolouse (Francia) así como armas y salvoconductos, a un grupo de tres guerrilleros para sabotear una central eléctrica e intentar derribar el régimen de Franco, al que después se une un cuarto, Ramón. Una vez cumplido el objetivo mandó detener las acciones violentas, pero Ramón siguió saboteando el tendido eléctrico por su cuenta haciendo caer los postes.
La realización adopta un estilo narrativo casi de documental en el que la historia es una línea tan delgada y casi imperceptible que parece no es más que una excusa para hacer una película sobre la naturaleza, con estupendas tomas de sonido, largo planos fijos o de movimientos casi imperceptibles de bellos paisajes que parecen tarjetas postales, la mayoría de las veces desnudos de contenido humano, en un estilo contemplativo, detallista, sin apenas diálogos y sin concesión dramática.
El film está llevado a un ritmo lento, pausado, sin prisa, dando sensación de autenticidad, pero con el peligro de aburrir a las ovejas, ya que parece no conocer lo que es la elipsis en cine.
La adopción de este estilo esteticista está hecha más para los festivales (de hecho estuvo presente en la sección Horizonte de la Mostra de Venecia 2010) que de cara a la galería, algo que por supuesto no soporta el gran público que va a pasar un rato en una sala de cine.
Los actores más que interpretar prestan sus rostros a los largos primeros planos de forma hierática y sin expresión dramática de ninguna clase.
Esperemos a ver otras muestras del cine de este joven realizador y que tome otro camino porque éste no creemos que le conduzca a tener una larga carrera fílmica.