Título: | NADA QUE DECLARAR | |
Tit. Orig.: |
RIEN Á DÉCLARER | |
Nacionalidad: | FRANCIA, 2010 | |
Dirección: | DANY BOON | |
Guión: | DANY BOON, YAËL BOON | |
Fotografía: | PIERRE AIM | |
Música | PHILIPPE ROMBI | |
Interpretes: | BENOÎT POELVOORDE, DANY BOON, KARIN VIARD, FRANÇOIS DAMIENS, BOULI LANNERS, OLIVIER GOURMET, MICHEL VUILLERMOZ, PHILIPPE MAGNAN, NADEGE BEAUSSON-DIAGNE | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 109 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Cuando un director y guionista está en racha casi todo le sale bien o al menos en algún aspecto. Así le está ocurriendo al último hombre orquesta del cine francés, Dany Boon, que suele hacer los guiones, dirigirlos e incluso reservarse uno de los papeles principales.
Con su anterior película, "Bienvenidos al Norte" (2008), la jugada le salió redonda, ya que ha sido una de las más comerciales de la historia de su país con más de veinte millones de espectadores y ciento cincuenta millones de euros recaudados.
Como aquella le dio resultado ha utilizado el mismo esquema para ésta. Allí eran las diferencias entre los habitantes del norte y del sur del país y los distintos acentos que cada uno utiliza, aquí se trata de la rivalidad entre franceses y belgas en vísperas de cerrarse las aduanas fronterizas entre ambas naciones en 1993 al crearse la Eurozona.
En ese ambiente y con este telón de fondo, presenciamos las disputas de dos agentes de aduanas, el belga Ruben y el francés Mathias, que se llevan a matar, especialmente por la francofobia del primero acerca de los gabachos a los que no puede ver ni en pintura. Para colmo Mathias está enamorado de Irene, la hermana de Ruben, con la que mantiene relaciones, sin que éste lo sepa.
Si en aquella hacía un guiño a las costumbres regionales de Francia aquí se amplia a las internacionales entre estos dos países hermanos en proximidad y con el mismo idioma, haciendo chistes sobre los representantes de la ley, al tiempo que se pone en solfa lo absurdo de la cuestión fronteriza, sin profundizar mucho en ello, tocándola simplemente de pasada.
El guion amplía la relación de la rivalidad de los dos protagonistas con el romance antes mencionado y una subtrama a la que no se le presta mucha atención sobre el tráfico de droga que no sirve más que para repetir algunas escenas a las que no se le saca demasiado partido, que únicamente alarga el relato, sin exprimirle el jugo a la buena idea de principio.
A pesar de ello resulta un film amable y entretenido.
Los chistes en esta ocasión no son de la mejor calidad y la mayor parte de las veces la comicidad surge de las exageraciones y gesticulación que lleva a cabo el actor Benoît Poelvoorde, que recuerda en muchos momentos a Louis de Funes, sobre todo en las cintas que hizo sobre el gendarme. Más discreto y contenido Dany Boon, le da buena respuesta. No obstante ha sido un nuevo éxito de taquilla en Francia, no así en España.