Título: | HOP | |
Tit. Orig.: |
HOP | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2011 | |
Dirección: | TIM HILL | |
Guión: | CINCO PAUL, KEN DAURIO, BRIAN LYNCH | |
Fotografía: | PETER LYONS COLLISTER | |
Música | CHRISTOPHER LENNERTZ | |
Interpretes: | JAMES MARSDEN, ELIZABETH PERKINS, DAVID HASSELHOFF, GARY COLE, KALEY CUOCO | |
Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 94 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
La mezcla de personajes reales con otros creados en animación no es nueva. Se podrían citar muchos ejemplos como Gene Kelly bailando con el ratón Jerry o Carmen Miranda actuando con los tres caballeros y así podríamos seguir hasta los ejemplos más recientes en los que ha se conseguido una perfección absoluta.
El director Tim Hill, que ya tiene experiencia en este campo a través de títulos como "Los teleñecos en el espacio" (1999), "Garfield 2" (2006) o "Alvin y las ardillas" (2007), se atreve ahora con esta historia protagonizada por el hijo del Conejo de Pascua.
En el mundo anglosajón el Conejo de Pascua es el equivalente primaveral de Santa Claus y el Domingo de Pascua los niños hallan al levantarse golosinas y figuras suyas hechas de chocolate que éste les ha dejado durante la noche mientras dormían.
La acción comienza en Rapa Nui o Isla de Pascua, donde Hop, hijo del Conejo de Pascua, va a relevar a su padre al día siguiente en el menester de dirigir la fábrica y hacerse cargo del reparto, pero a él lo que le gusta es tocar la batería y huye de casa.
Paralelamente Fred, de 30 años, no acaba de abandonar el hogar paterno, ni de encontrar un trabajo. Un día atropella a Hop y la vida de ambos cambiará a partir de ese momento. Lo que les ocurre a continuación constituye el argumento de esta película con surrealistas y divertidas situaciones.
Ambos se debaten entre la adolescencia y la edad adulta y acabarán descubriendo que tras lo vivido tienen que madurar.
Los guionistas han creado un mundo nuevo en esa fábrica de golosinas que recuerda a la de chocolate de Tim Burton, en la que se derrocha imaginación y elaboran una nueva mitología.
No es un film únicamente para niños, sino que pretende gustar a todos los públicos al poseer un humor sofisticado y una historia universal en la que se habla de tener fe y de creer en aquello que no se ve, de obedecer a los padres y de hacerse responsable en sus obligaciones abriéndose camino en la vida y dejando la casa paterna.
El guion peca de un relato demasiado simple e ingenuo y no acaba de sacarle el debido partido a algunas situaciones que ofrecerían una mayor comicidad, prestando más atención a la técnica que al contenido, porque lo que pretende es un cine familiar, dotado de buen ritmo, aunque a veces éste flaquea.
James Marsden tiene un rostro adecuado y simpático para interactuar con el conejo en las situaciones cómicas.
A la cinta, en cuanto a la técnica visual no se le puede poner reparo, pero deja que desear en otros aspectos.